La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) fue informada, gracias a un acuerdo de intercambio de información tributaria con los estados miembros de la OCDE, sobre la existencia de 950 cuentas radicadas fuera del país con montos que alcanzan a 2.600 millones de dólares.
(El elemento irónico es que la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con 36 estados miembros, es el «club de países ricos» al que el gobierno anterior se ilusionaba con el ingreso argentino. Pero es irrelevante. Hoy todos los países están preocupados por la evasión fiscal, e intercambian asiduamente datos sobre el tema).
Estas cuentas tienen un mínimo de un millón de dólares cada una y no fueron declaradas. De esos contribuyentes, 700 no admitieron poseer activo alguno en el extranjero o directamente no presentaron liquidación de Bienes Personales como si no llegaran al mínimo para su pago.
Los inspectores de la Subdirección General de Fiscalización de la AFIP empezaron a evaluar antes de la cuarentena un paquete de información sobre cuentas financieras al que tenían acceso desde 2017 pero que la administración de Mauricio Macri había decidido no utilizar. El objetivo era ampliar la base imponible del impuesto a los Bienes Personales.
Solo en la primera etapa de trabajos para desencriptar y procesar las bases de datos recibidas, se identificaron 950 colocaciones financieras de argentinos con altos patrimonios que presentan saldos por más de u$s 1 millón y que no fueron declaradas por sus beneficiarios finales en las declaraciones juradas de Bienes Personales.
Según consta en el Anuario Estadístico 2017, el último con datos anuales consolidados, apenas 32.484 contribuyentes admitieron acumular riquezas por más de u$s 1 millón, incluyendo inmuebles, vehículos y activos líquidos tanto en Argentina como en el exterior. Entre todos reunían cerca de u$s 104 mil millones, según sus presentaciones de Bienes Personales.
Esos números se dispararon con el blanqueo de capitales de 2017. En 2015, los millonarios declarados como tales ante el fisco eran menos de 10 mil y la riqueza que admitían no llegaba a los u$s 35 mil millones.
Entre los titulares de las 950 cuentas que ahora descubrió la AFIP hay tres grupos: los que declararon bienes en el exterior en sus presentaciones de Bienes Personales por un monto inferior al que figura en la información recibida, los que no declararon bienes en el exterior y los que directamente no presentaron liquidación de Bienes Personales, como si sus patrimonios no llegaran a dos millones de pesos.
Quienes ocultaron a la AFIP la existencia de cualquier colocación en el exterior (los integrantes del segundo y el tercer grupo) son 700 argentinos con altos patrimonios.
Sus tenencias, según las fuentes, suman u$s 2.000 millones. Lo que debieron pagar por Bienes Personales solo en el último año fiscal equivale a u$s 50 millones
Entre los activos identificados por el organismo alrededor del mundo existen colocaciones financieras individuales por más de u$s 20 millones cuyos beneficiarios finales no presentaron declaración jurada de Bienes Personales.