Hoy, el 27° día de la cuarentena, es también el Día D (D de deuda). A las 16 hs. el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentarán la oferta de canje de deuda a los bonistas que tienen en su poder papeles soberanos argentinos. Pese a transitar por el medio de la crisis por el coronavirus, el Gobierno respetó los plazos que se había autoimpuesto. La quita que se planteará va a ser más grande de lo que los principales acreedores, los fondos de inversión y de riesgo, habían adelantado que podrían aceptar. Ese es el principal motivo detrás de la disparada del «riesgo país» en las últimas semanas.
En un estilo que Alberto Fernández ha impuesto como el suyo en estos cuatro meses de gobierno, el anuncio se hará desde la Quinta de Olivos, rodeado de los gobernadores. Es decir, de lo que mejor representa -en un país sin partidos organizados ni coaliciones fuertes- el poder político en la Argentina. Es un mensaje a los bonistas, y también al F.M.I.
Se comprometieron a estar presentes en persona -no por videoconferencia- los opositores Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales, junto a Axel Kicillof, Omar Perotti, Omar Gutiérrez, Gustavo Bordet y Mariano Arcioni. Juan Schiaretti no vendrá, porque integra un grupo de riesgo para el coronavirus, pero viene su vice, Manuel Calvo.
La presencia de los gobernadores en Olivos no es sólo un gesto de unidad nacional. Las provincias están decisivamente interesadas en los arreglos de la deuda externa -también ellas están endeudadas- y en las posibilidades del Tesoro Nacional.
Con el anuncio empezará formalmente, el proceso del canje de deuda para que los poseedores de los bonos los canjes por otros con una considerable reducción del valor y un período de gracia.
Nadie da precisiones sobre uno de los proyectos fundacionales del gobierno de Fernández. De hecho, es probable que sólo el presidente y Guzmán conozcan todos los detalles.
El ministro de Economía mantuvo una intensa actividad. Mediante teleconferencias, se comunicó con representantes del G20 y con el Fondo Monetario Internacional. Hoy adelantará la oferta, primero a los gobernadores, para después hacerla pública.
«Apoyamos la suspensión por tiempo limitado de los pagos de deuda de los países más pobres que solicitan tiempo. Las perspectivas de recuperación luego de la pandemia dependerán de cómo se lidie con el problema de la sostenibilidad de deuda de los países afectados», había dicho Guzmán en la reunión virtual de ministros del G-20.
Luego tramitó una moratoria con el Club de París. El mes próximo hay un vencimiento por US$ 2.100 millones de aquella negociación que cerró Axel Kicillof en 2014. En febrero el ministro ya había anticipado que no era posible pagar 9% de interés en dólares en medio de la renegociación. «Eso no es solo insostenible, sino que marca un mal antecedente con el resto de los acreedores», dijo entonces.
Ayer por la mañana, además, el Gobierno registró ante la Securities and Exchange Commission (SEC, la Comisión de Valores de Estados Unidos) otros stocks de bonos y aumentó el total de nuevos papeles que serían emitidos. De esta manera, desde el registro anterior que era de 30.500 millones de dólares se pasó a un nuevo máximo potencial de emisión de 50.500 millones de dólares, que pueden utilizarse total o parcialmente o, incluso, ampliarse. El Gobierno anunció que el monto a reestructurar de bonos bajo ley extranjera llegará como máximo a 68,8 millones de dólares.
Es inevitable que se especule sobre los anuncios. Según estiman algunos, el valor presente neto (VPN) de la oferta rondaría el 37,5%. Es decir, si se tomara todo el dinero y los rendimientos de invertir en esos bonos y se trasladaran al día de hoy para decidir si conviene o no suscribir, la quita sería de algo más del 60%.
Se afirma que se emitirían tres bonos en dólares con vencimiento en 2045, que tendrán cupones con bajo interés para los primeros años y aumentará en el largo plazo.
Habló el Fondo
Ayer por la mañana, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que «la Argentina se concentró mucho en abordar esta crisis con la secuencia apropiada de medidas en el frente de la salud, así como en apoyar a las personas más vulnerables y los segmentos más vulnerables de la economía».
Luego habló de la dificultades de algunos países con economías más débiles: «Es un momento difícil para todos, pero particularmente para los países que entraron en esta crisis con una realidad compleja. De la misma manera que el virus afecta a las personas con comorbilidades, que son más vulnerables, más duro golpea a las economías con dificultades preexistentes».
Esta tarde sabremos la oferta argentina. Pero no terminará ahí la historia, por supuesto. Habrá propuestas y presiones de los acredores. Y ha aparecido en forma imprevista otro actor, que está imponiendo nuevas reglas en la economía global a todos los países. La pandemia del coronavirus.