La Cámara de Diputados dio media sanción ayer jueves -248 votos a favor, dos en contra y una abstención- en su segunda sesión virtual el proyecto que regula la educación a distancia en todos los niveles educativos, en el marco de la pandemia por coronavirus.
La iniciativa consiste en la modificación del artículo 109 de la Ley nacional de Educación para habilitar la modalidad de enseñanza a distancia El texto del proyecto, consensuado entre los bloques, la habilita como alternativa a la educación presencial en todos los niveles educativos y modalidades previstas, en condiciones de excepcionalidad -como epidemias, pandemias, catástrofes naturales o aislamiento geográfico.
Vale recordar que la norma vigente solo permite sostener estudios a distancia a los mayores de 18 años, y a los alumnos rurales del ciclo orientado del secundario, que no pueden concurrir a la escuela por vivir en aislamiento.
La nueva iniciativa establece que «excepcionalmente, previa declaración fundada del Ministerio de Educación en acuerdo con el Consejo Federal de Educación cuando la escolaridad presencial -total o parcial- sea inviable, y únicamente en caso de epidemias, pandemias, catástrofes o razones de fuerza mayor que impidan la concurrencia a los establecimientos educativos, será permitido transitoriamente el desarrollo de trayectorias educativas a distancia para los niveles y las modalidades de la educación obligatoria para menores de 18 años».
La normativa determina que para aplicar esta metodología de estudio «deberá atenderse la provisión de recursos tecnológicos y de conectiviad que promuevan la igualdad educativa con condiciones de calidad».
Al aprobar el proyecto, los diputados insistieron en su excepcionalidad. La escuela presencial todavía tiene un peso muy fuerte en las estructuras educativas y en la imaginación de nuestra gente. Aún así, en AgendAR creemos que la prolongada circunstancia de la pandemia, va a acelerar un proceso que de todas formas ya estaba en marcha. La «educación a distancia», formal e informal, ocupa y ocupará cada vez más lugar en le aprendizaje de los jóvenes.
Esto no significa que el papel del educador pueda ser reemplazado por un programa. Ya se dijo hace tiempo que la mejor estructura educativa era un pequeño bosque en los alrededores de Atenas… si se consigue a Sócrates de profesor.