El presidente Alberto Fernández anunció ayer sábado 23 una nueva prórroga del aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto desde el 20 de marzo para contener el avance del coronavirus. Habrá un endurecimiento de las restricciones al transporte en el área metropolitana.
Se trata de la quinta extensión de la cuarentena que se renovó sucesivamente el 31 de marzo, el 12 de abril, el 27 de abril y el 11 de mayo. «Vamos a prorrogar hasta el 7 de junio el ASPO y vamos a seguir trabajando juntos como lo hicimos hasta ahora», confirmó en conferencia de prensa, acompañado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
El presidente señaló que «la situación mejoró en el 84% de los departamentos de Argentina, donde vive el 42% de la población, donde no ha habido casos últimos 14 días». Pero resolvió que la zona del AMBA, que conforman la Ciudad de Buenos Aires y 40 municipios del Gran Buenos Aires, endurezca las restricciones a la circulación de personas, ya que es la región con mayor circulación del virus y cantidad de contagios.
«Los casos en los barrios populares crecieron pero en el resto de la ciudad se incrementaron el 100%, el virus está circulando en las calles, les pido que en lo posible se queden en sus casas», advirtió Fernández a los habitantes de la Capital Federal.
Y agregó: «Todos los que tienen el permiso para circular en la zona metropolitana, quiero avisarles que van a caducar, van a recibir una notificación en la aplicación que usan y deberán reinscribirse. Vamos a volver al punto de origen y es que solo pueden ingresar trabajadores que presten servicios esenciales».
Fernández centró su análisis, como en las anteriores prórrogas, en la tasa de duplicación de casos y en la incidencia cada 100.000 habitantes. «Esto se explica por la inversión que hicimos en salud, todos fueron atendidos y no ha pasado como en otros lugares del mundo donde debió optarse por a quién se atendía».
Así, recalcó la fortaleza del sistema sanitario: «La tasa de ocupación de las camas de terapia intensiva por infección del coronavirus es del 5%, está muy lejos de ser plena». En esa línea, aseveró que en los lugares de gran concentración urbana es donde cuando llega el virus, y la multiplicación es mucho mayor.
«La última vez que hablamos el virus se multiplicaba cada 25 días, hoy sin el área metropolitana es de 33 días. El 87% de los casos se concentra en el AMBA, en cambio en el 84% de los departamentos donde vive el 42% de la población no ha tenido casos en los últimos 14 días» reiteró.
Y enfatizó: «La idea que tenemos ahora es abordar el problema allí donde está. Tenemos una concentración de focos de conflictos en los barrios populares. Concentraremos todo nuestro esfuerzo en esos barrios donde vive mucha gente en poco espacio, donde uno se contagia y contagia al resto con mucha facilidad. El testeo lo estamos haciendo ahí donde está el virus, no debe alarmarnos, es lo que esperábamos que ocurriera. No tenemos que perder la calma».
Una observación de AgendAR: El diagnóstico de la situación y las medidas dispuestas son fruto, en última instancia, de la evaluación de sanitaristas y epidemiólogos. En nuestra opinión, hubo en esa conferencia de prensa dos declaraciones que reflejan la voluntad política del presidente, y la estrategia que se ha trazado. Una es la frase que elegimos como título de la nota «La cuarentena durará lo que tenga que durar para que los argentinos estemos sanos». La otra, es que la dijo en compañía de Kicillof y Larreta.