Una grieta en la Mesa de Enlace por el Grupo Vicentin

La decisión del Gobierno de intervenir las empresas del grupo Vicentin provocó reacciones muy distintas entre las entidades empresarias que agrupan a la gran mayoría de los productores rurales y forman la Mesa de Enlace.

CRA, Confederaciones Rurales Argentinas y la Sociedad Rural salieron a cuestionar con dureza la medida. Pero Coninagro y la Federación Agraria consideraron que la iniciativa es una «oportunidad» para desconcentrar el manejo del sector.

El vicepresidente de la CRA, Gabriel de Raedemaeker, se mostró «sorprendido y preocupado» por la decisión de intervenir la empresa agroexportadora, dado que «había un canal judicial que estaba interviniendo» en el caso.El dirigente alertó sobre «un avance de un poder sobre otro» y dijo que detrás de la medida hay «una decisión política de avanzar sobre la comercialización de granos».

«Me preocupa que detrás de esto esté la intención de reeditar la Junta Nacional de Granos y que no haya una garantía de seguridad jurídica de la propiedad privada. Hay un montón de empresas que están financieramente vulnerables y Vicentin puede marcar un precedente peligroso. El Estado ya demostró que no es eficiente en el manejo de las empresas».

En la misma línea, el presidente de la Rural, Daniel Pelegrina, también consideró que la intervención marca «un mal precedente», y señaló que «el Estado ha demostrado que manejando empresas deja bastante que desear».

«Si empezamos de esta manera con una empresa que venía así desde el gobierno anterior, ¿qué se puede esperar más adelante con otras empresas?”, se preguntó en declaraciones radiales. En un comunicado, la entidad manifestó que ve «con suma preocupación la intervención a Vicentin» y señaló que «la historia demostró que las intervenciones del Estado en el comercio de granos en particular y los mercados agropecuarios en general han creado siempre severas distorsiones, que terminaron provocando problemas más graves».

En cambio, el presidente de la FAA, Carlos Achetoni, se mostró más cauto a la hora de opinar y dijo que espera que la intervención a la cerealera no resulte un «pasamano de una empresa concentrada privada a otra empresa privada». «Hay que ver primero en qué consiste el proyecto. Quisiéramos saber si en la participación privada en Vicentin van a estar los pequeños y medianos productores o si va a quedar en manos concentradas».

Y agregó: «Lo privado solo en manos concentradas no es bueno, pero la regulación del Estado de manera absoluta tampoco. El Estado no es garante de que las cosas se vayan hacer como corresponde».

El presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, admitió que «ésta podría ser una oportunidad para desconcentrar el manejo del sector» y dijo que «sería oportuno darles lugar a las pequeñas y medianas empresas”. Remarcó que «el cooperativismo, con su territorialidad y diversidad de economías productivas, está preparado para fortalecer vínculos con trabajadores tamberos, apoyar al sector lácteo, junto a diferentes actores productivos”.

Asimismo, este dirigente agropecuario destacó la necesidad de «sostener las fuentes de empleo, mantener la cadena de pagos y asegurar que el productor esté a salvo».

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