Proponen una «YPF Minera», enfocada en la explotación de cobre, litio, oro, plata y molibdeno

Hemos recibido, como otros portales de noticias, esta nota que habla con entusiasmo de una decisión del gobierno Fernández de avanzar en la dirección del título.

En AgendAR estamos a favor -y lo manifestamos en muchos artículos- de la creación de una empresa minera estatal, para que sirva como testigo en una actividad de la que hoy el Estado no tiene información directa, y para el desarrollo de tecnología apropiada.

Pero la mega minería requiere inversiones gigantescas y su rentabilidad es mucho menos inmediata de lo que puede aparecer en las películas. Sabemos que desde la Secretaría de Minería se está conversando sobre el tema en su ministerio y con el nuevo CEO de YPF, pero vemos el proyecto mucho menos avanzado de lo que da a entender la nota. Y más preocupación por la conciencia ambiental en las provincias andinas.

Pero coincidimos en que la minería es una actividad necesaria, y tiene un campo de desarrollo mucho mayor en nuestro país que el que tuvo hasta ahora (la geología más elemental nos dice que la vertiente argentina de los Andes no tiene menos minerales que la chilena), y el Estado debe tener un papel informado en ese futuro. En cuanto al litio, promover motores eléctricos es una prioridad para nuestro país, que la pandemia ha hecho más urgente.

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«Lo anticipado a principios de marzo por el presidente Alberto Fernández, en lo que fue su discurso de apertura de las sesiones ordinarias 2020, respecto de la apuesta oficial por la mega minería comienza poco a poco a tomar forma. En aquella exposición, el primer mandatario definió a las actividades de extracción de metales como «grandes oportunidades para aumentar las exportaciones argentinas» con mención del litio como uno de los elementos de relevancia para las arcas públicas.

Meses después, la manera de avanzar con esta pretensión da sus primeros pasos: la cartera de Minería profundizó el diálogo con YPF y ya se discute el modo para transformar a la petrolera bajo control estatal en un actor de peso en las explotaciones mineras a gran escala.

Según indicaron fuentes ligadas a la Secretaría de Minería que encabeza Alberto Hensel, la decisión de motorizar una injerencia fuerte de la compañía de hidrocarburos en el rubro minero comenzó a tomar forma hace escasas semanas y con aval, también, de Guillermo Nielsen, titular de YPF.

«El Secretario ya lo habló con el presidente de YPF y es un tema sobre el que se está trabajando. Es una idea que surge de la capacidad técnica de la empresa, que puede ser muy útil para la minería. Hay experiencia y profesionales que conocen (la actividad)», expusieron desde la dependencia oficial.

«Además, al ser nuestra empresa de bandera, y teniendo en cuenta el prestigio que tiene, también es una buena opción para asociarse con empresas extranjeras que operan en el país «, se entusiasmaron en la cartera.

El desembarco fuerte de la empresa bajo control estatal en el extractivismo minero se llevaría a cabo mediante la Compañía de Inversiones Mineras SA (CIMSA), unidad de la petrolera que ya controla un entramado de canteras con las que provee de arena silícea a las compañías que hacen «fracking» en la cuenca de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta.

Sin embargo, en torno a Hensel no descartan impulsar, también, una nueva división con orientación específica al desarrollo de proyectos a gran escala. Respecto de CIMSA, se indicó que «se conversa la idea y puede ser una opción».

Con relación a los materiales sobre los cuales hará foco versión minera de la estatal, desde la cartera se detalló: «cobre, litio, oro, plata, molibdeno». La idea es desarrollar la cartera de proyectos avanzados para que produzcan».

«Es una idea viable que ayudaría al desarrollo de la minería desde la exploración hasta la puesta en producción de proyectos. Todavía tenemos el 75 por ciento con potencial minero sin explorar», comentaron las fuentes, que además ratificaron que la decisión de promover una YPF también minera va en línea con lo expresado por Alberto Fernández a principios de año y lo expuesto por Hensel a los popes de esa actividad en el último tiempo.

Posibles alianzas
Desde la cartera de Minería también se anticipó que la compañía a desarrollar podría entablar alianzas con otros actores del rubro con yacimientos ya en marcha. «Cochilco lo hizo en Chile. Puede haber una asociación de una empresa estatal con privados, sí», indicaron los portavoces interpelados.

«La forma de participación dependerá de la empresa (con que se asocie). Habrá muchas maneras: colaboración técnica, equipos, no sólo mediante dinero. Son ideas sobre las que se está conversando», agregaron.

Desde la dependencia oficial comentaron que aún no se llegó al punto de definir si la división de YPF competirá en licitaciones de áreas en solitario o iniciará sus movimientos ya en modalidad joint venture. «No está definido el cómo», señalaron.

De consolidar la idea a través de CIMSA, el Gobierno abrirá un nuevo horizonte financiero para YPF, dado que la unidad minera reuniría todas las condiciones para cotizar en bolsa. Este cambio, igualmente, no modificaría en absoluto el rol de proveedores de insumos para el sector minero -combustibles y lubricantes- que la empresa se ocupó de acentuar en las últimas dos décadas.

La decisión oficial de promover la mega minería a través de una empresa bajo control del Estado expone, también, la tozudez de Alberto Fernández por promover una actividad marcada por una condena social cada vez más acentuada en el interior de la Argentina.

La postura del primer mandatario muestra que lo ocurrido en Mendoza a fines de diciembre de 2019, con el pueblo movilizado en oposición a la extracción con cianuro y la depredación de las fuentes de agua, no modificó en absoluto la predilección de Fernández por esa forma de explotación.»