El ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas canticipó que los préstamos del Programa ATP que miles de empresas reciben para afrontar el pago de los sueldos podrán transformarse en caso de que el empleador tome nuevos trabajadores en los próximos meses.
El Gobierno evalúa, entonces, reconvertir los créditos subsidiados que se otorgarán desde este mes para hacer frente al pago de salarios en empresas cuya facturación cayó en términos reales entre el 10 y el 40%, si los empleadores cumplen mantener e incluso engrosar la nómina en el corto plazo.
Este proyecto se refiere a los préstamos concedidos por las entidades bancarias en el marco del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).
Kulfas reseñó que las empresas cuya facturación creció entre 0 y 30% nominal interanual, y obtuvieron créditos subsidiados con una tasa de 0 o hasta 15%, serán sujetas de este beneficio que implicaría anular el repago de los montos solicitados
Unas 135.000 empresas fueron aprobadas en agosto para obtener del Estado la asignación complementaria al salario que les permitió abonar en estos días los salarios de casi 1,4 millón de trabajadores en relación de dependencia.
El fondeo oficial les garantizó hasta la mitad de sus haberes, con un tope de dos salarios mínimos ($ 33.750) para empleadores de sectores gravemente afectados por la pandemia (turismo, entretenimiento, gastronomía, cultura y hotelería) y un salario mínimo y medio ($ 25.312) para el resto de rubros.
Según detalló la AFIP, otras 75.000 compañías cuya facturación cayó menos que las antes mencionadas quedaron en condiciones de solicitar préstamos con tasas que varían del 0% al 15%, según la facturación haya crecido de 0 a 10%, de 10,01 a 20%, o de 20,01 a 30% en términos nominales. El fisco había dado plazo hasta el miércoles para solicitar la venia oficial y luego acudir a los bancos por esta línea de financiamiento, pero finalmente se comunicó que extendía el plazo hasta el viernes.
En la mente de los funcionarios está la decisión de ir «calibrando» el alcance del Programa ATP y verlo morir «de muerte natural», es decir, que ya ninguna empresa mantenga niveles negativos de ingresos hacia fin de año, con excepción de los rubros que todavía no obtuvieron permiso de reapertura.
En los despachos oficiales celebraron la semana pasada que fueran menos las compañías solicitantes del ATP, sin contar que unas 65.000 empleadores lo pidieron pero fueron descartados, sea por cuestiones de forma, por estar entre los rubros no considerados, o bien no cuadrar con los criterios de caída de nivel de actividad.
Desde su lanzamiento, el ATP asistió al menos una vez a unas 320.000 firmas, habiendo tenido su pico en mayo, cuando se abonaron parte de los sueldos de abril de 2,3 millones de empleados contratados por 255.837 empresas. En junio, el programa auxilió a 253.666 compañías con 1,9 millones de trabajadores contratados, y en julio a 221.071 con 1,6 millón de asalariados.