La NASA, la agencia espacial norteamericana, hizo pública una oferta abierta para empresas privadas de todo el mundo que hayan desarrollado o vayan a desarrollar capacidades espaciales. La entidad estatal -es decir, el gobierno de los EE.UU.- se compromete a pagar por muestras de rocas lunares de entre 50 y 500 gramos un precio de alrededor de US$ 300 el gramo, cuando se pesan en la tierra.
El objetivo es recopilar los materiales en 2024. En la publicación, la NASA señaló que la premisa de Estados Unidos es crear políticas que alienten el uso público y privado de los recursos que se encuentran en el espacio exterior.
Según Casey Dreier, defensor y asesor de la organización Planetary Society -un lobby en favor de la exploración espacial-, consultado por la CNN, «La confirmación de que la NASA pagaría a las empresas por muestras de rocas lunares establece un precedente legal importante».
El hecho de que un país o una empresa pueda tener o vender recursos extraterrestres forma parte de un intenso debate en el derecho internacional. El Tratado del Espacio Extraterrestre de 1969 no resulta claro sobre el asunto y otro de 1979 solo fue aceptado por 18 países.
«La nueva política de la NASA confirma que, desde la perspectiva del gobierno norteamericano, las empresas pueden obtener ganancias de los materiales que recolecten», explicó Dreier. La idea es alentar a los capitalistas de riesgo y a otros para que inviertan en tecnologías de exploración espacial y para poner en marcha operaciones mineras lunares que, a futuro, puedan financiar misiones de astronautas.
Según el administrador de la NASA, Jim Brindenstine, «es el momento de establecer una certeza regulatoria para extraer e intercambiar recursos espaciales».
Joanne Gabrynowicz, ex editora del Journal of Space Law, indicó en una entrevista con Reuters que «el negocio para una empresa privada es venderle piedras a la NASA, las rocas son el producto. Lo que la organización debe decidir es si vale la pena correr el riesgo financiero y tecnológico».
La agencia espacial señaló en su comunicado que se realizará un 20% del pago por adelantado, un 10% en la adjudicación, otro 10% en el lanzamiento y el resto cuando la misión sea completada con éxito.
Además de suelo lunar, la NASA indicó que eventualmente comprará otros recursos como el hielo que se puede usar como suministro de agua potable para futuras bases lunares. También, la descomposición del agua en moléculas de hidrógeno y oxígeno podría ayudar a producir combustible en el caso de un posible viaje a Marte, que la agencia espera concretar durante la década de 2030.