Ayer informamos en AgendAR de un avance científico argentino: Fernando Polack: «El uso de plasma transforma al Covid-19 en un mal catarro». Esta es la crónica de la decisión del sistema de salud de la provincia de Buenos Aires de utilizar el plasma de convalescientes como un recurso de emergencia. Y de los resultados.
«Fue una de las primeras recetas que alentaron alguna esperanza en medio de la incertidumbre que generaba el coronavirus. Y unas pocas semanas después de declarada la pandemia, algunos centros de salud bonaerenses comenzaron a utilizar plasma de pacientes recuperados de la infección como medida de tratamiento para mejorar el cuadro de quienes estaban en situación crítica. En casi siete meses, la provincia realizó 6.100 transfusiones a partir de la donación de 2.448 personas, según los últimos relevamientos oficiales.
“Los resultados indicaron que el tratamiento también funcionó en pacientes con comorbilidades y en mayores de 75 años. Muchas gracias a todo el equipo de investigación, voluntarios y efectores de salud que colaboraron en esta investigación muy importante en medio de la pandemia”, publicó en las redes sociales el viceministro de Salud provincial, Ernesto Kreplak.
“Hay dos grandes motivos para celebrar los resultados favorables de esta investigación: por un lado, que el plasma funciona. La segunda es que esta investigación nos brinda la idea de un posible protocolo de aplicación de plasma en personas mayores en general, y muy particularmente en personas mayores institucionalizadas” señaló Mario Rovere, director de la Escuela en Salud Floreal Ferrara, perteneciente al Ministerio de Salud provincial.
A través de un comunicado, desde la Provincia informaron que las resultados difundidos «se traducen en un importante avance en relación al tratamiento en poblaciones de extrema vulnerabilidad al virus como lo son las instituciones geriátricas (residencias de larga estadía)«.
Según explicaron las autoridades sanitarias bonaerenses, la evolución favorable de los primeros pacientes que recibieron este tratamiento en mayo, orientó otras investigaciones sobre el impacto en la reducción de la mortalidad por coronavirus.
Cuando el virus que llegó desde China estaba aún en pleno ascenso en la provincia, el gobierno de Axel Kicillof desarrolló un protocolo de “Registro Único de Donantes de Plasma de Convaleciente Covid-19” y se iniciaron los primeros estudios en la Provincia. Las dosis podían ser enviadas a centros asistenciales de todo el territorio, en función de los requerimientos médicos y a partir de una red de centros de donación que se puso en marcha desde el Instituto de Hemoterapia provincial.
Allí diseñó y avanzó en pasos claves Nora Etchenique, la especialista que dirigió el instituto hasta su fallecimiento en un accidente de tránsito el 8 de agosto pasado. Desde el mes pasado, el organismo público lleva su nombre, por decisión del ministro Daniel Gollán.
El estudio llevó seis meses y la técnica utilizada es de doble ciego, que indica que los voluntarios no saben si están recibiendo plasma o placebo y los resultados son ampliamente beneficiosos porque determinó que el plasma tuvo una eficacia del 61% en evitar la enfermedad grave. pic.twitter.com/VogYcWvpDG
— Nicolás Kreplak (@nkreplak) November 12, 2020
La tarea de Etchenique incluyó -entre otras- una intensa campaña de donación. Se habilitaron todos los centros de trasplantes y las delegaciones de hemoterapia de la provincia.
Hace tres meses se conoció un estudio observacional sobre 272 casos de Covid-19 internados en hospitales bonaerenses, previamente incluidos en un programa de acceso al plasma de convalecientes; con el objetivo de analizar la letalidad y factores de riesgo independientes.
El estudio registró una evolución favorable tras la administración del plasma en el 81.4% de los pacientes internados en piso; en el 70.9% de los que estaban en unidades de terapia intensiva, en el 39.6% de los ingresados en UTI con ventilación mecánica y en el 27.6% de los internados en terapia con ventilación mecánica y shock séptico. La letalidad a los 28 días de todos los pacientes analizados fue de 26.1%.
Esta investigación, a cargo de un equipo articulado entre el Instituto de Hemoterapia de la Provincia, la Escuela de Gobierno en Salud, la Dirección Provincial de Hospitales y los hospitales San Martín y Sor María Ludovica de La Plata, fue publicado en la Revista Medicina Buenos Aires.
El director de la Escuela de Gobierno en Salud “Floreal Ferrara”, Mario Rovere, dijo que “la intervención prueba tres beneficios, uno subjetivo, relativamente inmediato en las primeras 48 horas; una reducción de personas que entran a terapia y también una disminución en la cantidad de días de internación, además de aminorar el riesgo de fallecimiento”.
Ya en octubre, los técnicos de provincia elaboraron otro informe. Reveló una baja de la mortalidad del 24% sobre 3.529 pacientes adultos con diagnóstico de neumonía por Covid-19 internados en hospitales de Buenos Aires. De ellos, 868 recibieron plasma. La investigación está en instancia de revisión de pares para ser publicada en una revista internacional indexada, dijo Rovere. La publicación preliminar (preprint) de este segundo estudio, está disponible en la biblioteca virtual de la Organización Mundial de la Salud.»