La sonda china Chang’e-5 alunizó. Su misión es obtener muestras y traerlas a la Tierra

La nave lanzada por la Administración Nacional del Espacio de China (ANECh), envió imágenes a la Tierra desde su satélite. Su misión será recoger dos kilogramos de muestras del suelo y piedras lunares y traerlas de vuelta al planeta para su análisis. De obtener los resultados, la potencia asiática se convertiría en el tercer país en poseer ese tipo de elementos, después de EE. UU. y Rusia.

China logró alunizar una nave el martes 1° de diciembre en una misión que no se llevaba a cabo desde hace 40 años. Según informó la ANECh, el aparato robótico alunizó exitosamente tras abandonar la Tierra el 23 de noviembre.

La combinación de módulo de aterrizaje y ascenso de Chang’e-5 –nombre en honor a la diosa china de la Luna–, inició un descenso propulsado con un motor de empuje variable encendido desde unos 15 km. sobre la superficie del satélite natural. Su velocidad vertical relativa a la Luna bajó de 1,7 km. por segundo a cero.

El medio local ‘Daily China’ publicó en redes sociales un mensaje en el que anunciaba el alunizaje: «Hola Luna, ¿cómo estás?», tuitearon desde la cuenta haciendo referencia al éxito de la primera etapa de la histórica misión. Las cámaras a bordo del módulo de aterrizaje tomaron imágenes de la superficie lunar.

La travesía es la primera de este tipo desde la década de los 1970, cuando en 1976 la URSS fue el último país que trajo una muestra de suelo lunar de 170 gramos. Pero esta expedición es más ambiciosa: pretende que Chang’e-5 logre recolectar 2 kilogramos de muestras de suelo y rocas, trayéndolos de vuelta consigo a mediados de diciembre.

La zona de trabajo del robot es el Mons Rümker, un pico volcánico situado sobre la planicie Oceanus Procellarum –Océano de Tormentas–, en el lado visible (desde la Tierra) de la Luna.

China Daily informó ayer, nuevamente en Twitter, que Chang’e-5 consiguió recolectar todo el material mucho antes de lo esperado, y lo guardó en un contenedor.

Está previsto que el módulo de ascenso despegue y se acople con la combinación «orbitador-retornador» en órbita. Después que las muestras se transfieran, el el módulo de ascenso se separará del orbitador-retornador y este volverá a la atmósfera. Si todo sale bien, las muestras llegarán a la región de Mongolia en dos semanas.

Con esta investigación se pretende responder dudas respecto al origen volcánico de la Luna, ya que ayudará a saber durante cuánto tiempo fue volcánicamente activa y cuándo se disipó su campo magnético, dando un paso adelante en los estudios espaciales.

Esta misión está en el marco del Programa Chino de Exploración Lunar, que tendrá una duración de 15 años y que tiene proyectos mucho más ambiciosos en su horizonte.