El presidente, acompañado por el ministro de Salud, anunció que ayer se firmó el contrato con el fondo soberano de la Federación Rusa para la compra de las dosis necesarias para vacunar a diez millones de compatriotas.
Alberto Fernández comenta en el video que es el tercer contrato que firma el gobierno: el primero fue con la firma sueco británica AstraZeneca. A continuación, el COVAX, el acuerdo auspiciado por las Naciones Unidas para una distribución más equitativa de las distintas vacunas.
Pero es la Sputnik la que está disponible ahora, y el gobierno, y una parte muy considerable de la población, están apurados por comenzar. Es razonable.
Entonces, cumplir con la meta de inmunizar a 10 millones de argentinos ya es un problema de la eficacia de esta vacuna -hasta ahora, no hay información sobre resultados negativos entre las probables decenas de miles -si no cientos- de vacunados, y de cómo se resuelva en Argentina el problema logístido de su distribución. Éste es el gran desafío para el gobierno nacional y los provinciales.