«El subsecretario de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud, Mauricio Monsalvo, irrumpió en la reunión de gabinete que se celebró hoy a la mañana en esa cartera con una pila de documentos. «Llegaron de Rusia los papeles de la fase III», dijo el funcionario, que fue vitoreado por todos los presentes.
El ministro de Salud, Ginés González García, y sus colaboradores también respiraron aliviados de tener en sus manos la documentación de la Sputnik V. Aunque nadie lo reconozca, se venía de jornadas con el corazón en la mano: la Argentina avanzó contra reloj para traer las 300.000 dosis de Moscú cuando todavía no estaba la aprobación para inocular a la población.
La recomendación de uso de la vacuna rusa por parte de la Anmat es, ahora, inminente. Se aprobaría para ser aplicada en personas de entre 18 y 87 años, porque los ensayos clínicos en mayores de 60 ya fueron culminados y formalizados, según señalaron fuentes oficiales. Una vez que la Anmat avance con los procedimientos legales, el Ministerio de Salud deberá publicar una «bajo la modalidad de registro de emergencia».
Si todo sale como está previsto, el Airbus 330 de Aerolíneas Argentinas que partió ayer a las 19.30 de Ezeiza regresará al país el 24 a las 10.30 con los lotes de las 300.000 primeras vacunas.
El Gobierno ya tiene un boceto de cómo se hará la distribución para la inoculación: cómo se trasladarán, cómo se preservarán y cuántas dosis se distribuirán en cada provincia.
El traslado del laboratorio ruso al avión de Aerolíneas Argentinas lo hará allá la empresa de logística DHL. Una vez que las dosis lleguen al país, un equipo de logística de Andreani buscará los lotes en la pista y los llevará a un depósito en Avellaneda, donde serán preservadas a bajas temperaturas. De allí se hará la distribución a las provincias: en Buenos Aires hará el reparto el Correo Argentino, en la Capital Federal otra empresa de logística, y en el resto del país, Andreani.
La cantidad de vacunatorios y su locación fue decidido por el gobierno de cada provincia», advirtieron fuentes oficiales. La distribución entre las jurisdicciones, sin embargo, ya está prevista. La provincia de Buenos Aires lideraría, por lejos, el ránking: recibiría 123.000 de las 300.000 dosis que llegarán en esta primera tanda, un 41% del total.
Santa Fe recibiría 24.100; la Ciudad de Buenos Aires,23.100, Córdoba, 21.900; Tucumán, 11.500; Mendoza, 11.100; Entre Ríos, 10.100; Salta, 8.300; Chaco, 7.700; Corrientes, 6.700; Santiago del Estero, 5.900; Misiones, 5.200; San Juan, 4.700; Jujuy, 4.600; Río Negro, 4.400; Neuquén, 3.600; Formosa, 3.400; San Luis, 3.300; Chubut, 3.000; Catamarca, 2.800; La Rioja, 2.600; Santa Cruz, 2.400; La Pampa, 2.300 y Tierra del Fuego, 1.300. Quedará un resto de 3000 dosis.
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El Gobierno nacional afirma que la distribución se acordó con las provincias, que mañana por la mañana se reunirán en el COFESA. «Se repartirá de acuerdo a cómo está distribuido el personal médico y la población, quizás con otras tandas haya reajustes por la situación epidemiológica de cada provincia», señalaron los portavoces oficiales.
Por la tarde se hará una reunión interministerial con los funcionarios que integran el llamado «comité de vacunación» y en el que intervienen los ministerios de Defensa, Seguridad, Interior y Salud.
La idea oficial es que todas las provincias comiencen a vacunar en simultáneo. La logística se desplegaría el fin de semana (en una primera tanda se distribuirán solo 150.000 dosis), para comenzar la inoculación probablemente el lunes o martes de la semana próxima. Todo esto si no surgen imprevistos, que nadie se anima a descartar.
Tal como transcendió, se comenzará por la vacunación de los médicos y el personal de la salud que está «en la primer línea de fuego» en los grandes centros urbanos, ya se trate de las terapias intensivas o de los servicios de emergencia.
Una vez que lleguen los sucesivos lotes (Rusia comprometió 5 millones de dosis para enero y 12 millones para febrero) se seguirá por los mayores de 70 y luego por los mayores de 60, además de las fuerzas de seguridad. La población «prioritaria» está integrada por unas 14 millones de personas.
Entre los contratos firmados con Rusia, con AstraZeneca y con el sistema Covax, la Argentina ya tiene comprometidas vacunas para aproximadamente 23 millones de personas. El acuerdo con Pfizer sigue obstaculizado por aspectos legales y siguen las negociaciones con las vacunas de fabricación China.
En el Gobierno aseguran que cuentan con 10.000 voluntarios para el operativo y que distribuirán $3500 millones para todo el plan de vacunación. Habrá posibilidad de inocularse en los centros de salud, en las escuelas y no se descartan operativos a domicilio.»