«Decepcionados» y «frustrados». Así afirman sentirse los Kelpers por el golpe económico y político que les terminó dando el Brexit.
Sobre el filo de la Navidad de 2020, Gran Bretaña y la Unión Europea alcanzaron un histórico aunque peleado acuerdo de comercio. Fue el último capítulo del Brexit. Este rige desde el 1 de enero pasado. Y en síntesis, sobre el final de las negociaciones fueron excluidos los llamados Territorios de Ultramar que posee Gran Bretaña: entre ellos las Malvinas, las Georgias del Sur y Sándwich del Sur. Son las islas del Atlántico Sur cuya soberanía reclama la Argentina.
Por cierto, la Cancillería argentina le venía pidiendo a Bruselas e individualmente a los países de la UE que así fuera. Lo hicieron personalmente el secretario del Área Malvinas e Islas del Atlántico Sur, Daniel Filmus, y el propio canciller Felipe Solá.
Aún así, la decisión de europeos y británicos trasciende el reclamo de la Argentina, en principio porque es una decisión estándar para todas las colonias.
La periodista Natasha Niebieskikwiat -que siempre mantuvo una actitud comprensiva hacia los reclamos de los isleños- hizo un sondeo sobre el duro golpe que esta separación británica de la UE representa para ellos, en principio porque perdieron el acceso al Mercado europeo con arancel 0 del que gozaron por décadas.
Lo primero que hicieron los kelpers fue ratificar un texto emitido por la Asamblea Legislativa la semana pasada en el que manifiestan su molestia.
«En primer lugar -señala el texto de los legisladores- es importante dejar constancia de lo decepcionados y frustrados que estamos de que el acuerdo entre el Reino Unido y la UE no incluya disposiciones para las Islas Malvinas u otros Territorios de Ultramar (OT); como resultado, nuestras exportaciones a la UE ahora están sujetas a aranceles».
Efectivamente, si no hacen un arreglo mejor desde Londres, las Islas deberán pagar en el mercado europeo aranceles de entre 6% y 18% para la pesca que exportan allí. Este sector constituye hasta el 60% de los ingresos al fisco isleño través de la venta de licencias a buques extranjeros que operan dentro de la zona que administra Reino Unido.
Las exportaciones de carne ovina de Malvinas pagarían en Europa hasta 42% de aranceles.
Esto sucede mientras la pandemia del coronavirus sigue golpeando las economías del mundo entero. Y ello paralizó el turismo, del que también viven las islas. En especial de la temporada de cruceros, que combinaban sus viajes a la Antártida. En unas Islas que se ilusionaron con explotar petróleo y aún no sucede, hay dificultades de comunicación importantes y durante la pandemia dependen más del Reino Unido.
Consultada sobre el nuevo escenario la consejera Teslyn Bakman señaló que el acuerdo entre el Reino Unido y la UE siempre se trabajó con un mandato que excluía a los OT (como le dicen a los Oversea Territories, los Territorios de Ultramar).
«Esto se basó en que la UE no tenía un mandato para incluir sus propios países y territorios de ultramar y es la razón por la que no se incluyen las Falklands y los temas más amplios de los Territorios de Ultramar no fueron incluidos. Nuestros intereses fueron expuestos por el Reino Unido y ahora vamos a trabajar de manera cercana con el RU y con nuestros propios sectores de pesca y agricultura para eliminar los aranceles que ahora se imponen», aseguró Barkman.
Los isleños llevan años en alerta, negociando y haciendo números para que no ocurriera lo que al final sucedió. «Como OT, nunca estuvimos en posición de negociar directamente en nuestro nombre», dijeron los apodados MLA (Miembros de la Asamblea Legislativa) en referencia a que la política exterior y la defensa las maneja Londres.
«Nuestro primer desafío fue lograr que los funcionarios del gobierno del Reino Unido entendieran el impacto que tendría un Brexit sin acuerdo en las Islas Malvinas. Lo logramos comprometiéndonos con las partes interesadas locales y mediante la publicación de tres informes que compartimos con el gobierno del Reino Unido», señalaron los miembros de la asamblea para luego enumerar su plan de acción.
«Tenemos una sólida relación comercial con la UE e incluso con los aranceles esto no cambia. Vendemos un producto premium que es muy solicitado en Europa», asegura Barkman cuando se les pregunta por el futuro.
Otro punto sobre el que no se pronunciaron los asambleístas, pero que si es un tema recurrente en la prensa isleña es el temor que tienen a que la Argentina aproveche esta situación de debilidad en la que quedaron, lo que es para ellos una amenaza.
Los isleños no quieren contactos con el continente más que como «vecinos» y el endurecimiento de la retórica del gobierno de Alberto Fernández en torno al conflicto los crispa.
Por ejemplo, al principio de la pandemia rechazaron una ofrecimiento de ayuda de Filmus con insumos y atención hospitalaria. Los isleños que están en los 3.000 habitantes tuvieron no más de 15 casos positivos de COVID. La mayoría militares británicos de la base, o sea fuera del pueblo.
Esta semana anunciaron la recepción de 3.000 dosis de vacunas de Oxford AstraZeneca y recibirán más adelante 2.000 más.
Parecieran estar cubiertos. Pero sobre su horizonte se impone una fuerte incertidumbre y una dependencia de Londres mientras siga la pandemia, dificulta sus comunicaciones aéreas.
Consultadas fuentes diplomáticas argentinas sobre el futuro de la relación y la situación de la Islas ante el Brexit señalaron lo siguiente:
«Argentina va seguir insistiendo en todos los organismos multilaterales respecto de la necesidad de que se aplique la resolución 2065 y el Reino Unido retome la negociación por la soberanía».
«Seguiremos exigiendo que se cumpla la resolución 31/49 -también de la ONU- y defendiendo la soberanía sobre los recursos naturales y condenando la base militar. Se iniciarán nuevas demandas contra la explotación ilegal de hidrocarburos y pesca. Trabajaremos para recrear mejores condiciones de integración entre las islas y el continente, muchas de las cuales existían antes del 82».
«La situación post brexit crea mejores condiciones para que la comunidad internacional acompañe el reclamo argentino. Al mismo tiempo la situación interna de RU respecto de Escocia, Irlanda y la negociación por Gibraltar también abren un nuevo escenario».