El regreso de Conectar Igualdad: Nación entregará notebooks a docentes y alumnos. Comenta AgendAR

El presidente Alberto Fernández anunció que el martes próximo, junto al ministro de Educación, Nicolás Trotta, pondrá en marcha un nuevo plan de conectividad para alumnos y docentes de todo el país, y afirmó que «vamos a empezar a entregar 700 mil notebooks a chicos para que vuelvan a acceder al mundo digital».

«Entre 2011 y 2015 se habían entregado 5 millones de notebooks para que los chicos pudieran tener esa conectividad», advirtió el jefe de Estado y dijo que «se había desarrollado todo un sistema de conectividad muy grande en la Argentina, que se perdió» durante el Gobierno anterior.

El Presidente, al participar ayer desde la residencia de Olivos del foro Trabajo Presente y Futuro con Solidaridad, organizado por el Consejo Económico y Social, dijo que «la semana que viene vamos a volver a poner en marcha un plan de conectividad para todos los alumnos y todos los docentes. Se hace difícil dar clases en forma remota justamente por la falta de acceso a la conectividad de muchos chicos de la Argentina».

«Cada una de esas notebooks son para esos chicos lo que para nuestra generación era la biblioteca, es el modo de ir a buscar datos, de conocer, de informarse».

Asimismo, dijo que «700 mil notebooks vamos a entregar al cabo del primer año de nuestro gobierno, exactamente la cantidad de notebooks que se distribuyeron durante los cuatro años que precedieron a mi Gobierno».

Durante el Gobierno anterior «se discontinuó un enorme trabajo que se había hecho para digitalizar la educación, para que todos puedan acceder a Internet, para darles a los chicos una herramienta central para el desarrollo como es el acceso a una computadora y la conectividad».

«Conectividad que además estamos desde hace un año desarrollando fuertemente en toda Argentina a través de Arsat y tratando de llevar fibra óptica a todos los rincones de Argentina. Hoy lo necesitamos más que nunca, porque la pandemia así como nos encontró desprovistos de salas de terapia intensiva, también nos encontró desprovistos de conectividad».

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Una observación de AgendAR

El 5 de diciembre de 2019, en una «carta abierta» al presidente que iba a asumir, hicimos algunas precisiones sobre la empresa ARSAT y también sobre el Plan Conectar Igualdad. Reiteramos la parte que se refiere a ese plan, y la resumo: El elemento clave de Conectar Igualdad eran los programas.

«… El Programa Conectar Igualdad, o PCI, nació en 2010 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Debía reducir la brecha digital entre adolescentes pobres y mejorar la calidad de la educación pública secundaria. Era un programa básicamente educativo: ARSAT se limitaba a ser –con orgullo- su “pata técnica”.

En 5 años, el PCI entregó una netbook por alumno de secundaria pública: cuando por fin egresaba del cole, se la quedaba consigo. Hasta 2015, el PCI había entregado 5.315.000 computadoras a docentes y estudiantes en 11.573 escuelas.

El éxito del PCI, aunque poco mentado por los medios, fue despampanante entre los docentes de esas escuelas. Muchos de ellos serían votantes de Mauricio Macri, razón por la cual mientras duró la campaña electoral de 2015, Macri asegurara que iba a mantener ese programa. Mintió.

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En ARSAT se buscó «déficit cero» echando técnicos, descartando desarrollos y proyectos. Y destriparon el Plan Conectar Igualdad (PCI). Y al hacerlo esos tipos le robaron bastante futuro a mucho argentino adolescente de familia pobre.

Si pudiéramos acusar a Mauricio Macri de tener ideas, tras un encuentro en Davos, Suiza, con Bill Gates, adoptó las del fundador de Microsoft en materia de informática educativa. Por eso en el decreto 386/2018, que sustituye al Programa Conectar Igualdad (PCI) por “Aprender Conectados”, Macri sostiene que quiere ir más lejos que una mera repartija de notebooks hechas en Tierra del Fuego.

En realidad, el PCI no fue jamás un revoleo de hardware: el Ministerio de Educación tenía aproximadamente 1.000 expertos tejiendo software nacional para todas las materias de secundaria, y con enfoques muy originales e interdisciplinarios. Si hubo revoleo, fue sobre todo de software.

Después del 10 de diciembre de 2015, aquel valiente millar de expertos en Ciencias de la Educación, en su mayoría dependientes del Ministerio mediante “contratos basura”, fueron dejados primero sin tarea, luego relegados a las provincias (que no querían saber nada de pagarles), y después cesanteados. Si te he visto, no me acuerdo. Hay que aprender la lección: no se puede revolucionar la educación sin trabajo de planta.

Pero algo del trabajo de todos esos docentes echados vive. Las 5.315.000 notebooks del PCI permitían (y permiten), por ejemplo, estudiar Geografía y Ciencias sociales como Ud. y yo jamás lo hemos hecho: a partir del análisis de imágenes satelitales. O también aprender Lengua y Literatura a partir de un cuento en versión audiotexto. Y luego el programa le pide al alumno que produzca una versión audiovisual de la narración, pero usando sistemas de programación gráfica y de sonido, que también le suministra.

La enseñanza de manejo profundo de “la compu” con el software del PCI era directa e indirecta: estaba implícita hasta en consignas como las de generar videojuegos usando soft de base libre como “Pilas Engine” o “Scratch”.

Ud. se estará preguntando, lector, si estamos hablando de Finlandia, pero le juramos que todo esto pasó en la Argentina y durante 5 años, hasta que de pronto no pasó más, y nadie se preguntó siquiera por qué. Ud. tal vez dude si el PCI existió. Pregúntele a alguien que haya cursado la secundaria pública entre 2010 y 2015. Nosotros, que somos respectivamente un informático y un periodista científico, sabemos bien que la venta de silencio cada vez paga más y sale mejor. ¿Cuántos argentinos saben que existió Conectar Igualdad? Hay gente que lo ignora EN ARSAT.

Los tilingos que gobiernan 2015/19 creen que la educación de calidad es un derecho de ricos, y a veces lo dicen. Mauricio Macri en particular parece no haberse beneficiado nada de ese privilegio, pero él y sus caciques odiaron Conectar Igualdad visceralmente. ¿Era demasiado “wow” enseñar informática a través de Historia o Física? Tal vez. Pero el crimen real era que PCI obviara a Microsoft y funcionara en Huayra, una variante criolla del código abierto Linux. Eso no le paga licencias al tío Bill (Gates).
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Disperso su plantel de creadores, hasta el 10 de mayo de 2018 el PCI siguió en plan zombie, más muerto que vivo y sin actualizarse. ¿Qué habrá pasado con su “nube”? Usaba aquel nuevo nombre de “Aprender Conectados”, pero se había devaluado a repartir “tablets”, aparatos tan útiles para la enseñanza “online” como las galochas lo son para el fútbol. Nuevamente, quedaron 800.000 notebooks sin entregar. ¿Quién se las quedó?
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A todo esto Microsoft y el GDA hicieron fuerza para que el ENACOM, que tiene el “sí” fácil, firmara la implementación del programa “Shape The Future” (Dale forma al futuro), compuesto por paquetes de software educativo importados. “Shape” es tan argentino como Puerto Rico, pero además corre sobre sistema operativo de Microsoft, que cobra licencia por cada plataforma en que se instala.
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Sin embargo, la gigante del Silicon Valley no está haciendo grandes negocios en nuestras aulas. El nuevo Ministerio de Educación, regido ya no por el carismático Esteban Bullrich sino por Alejandro Finocchiaro, al que le tocó operar en el ajuste extremo, dictaminó que ya basta de entregar notebooks o tablets. Es que el 87% de los alumnos de secundario encuestados respondieron que ya tenían una computadora en su hogar.
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Alfredo Moreno, el informático entre quienes firmamos, cree que los encuestadores no preguntaron por el origen de tales computadoras: en los 2 quintiles más pobres de la población estudiantil, dice Moreno, habría salido clarito que dichas máquinas eran las 5.315.000 repartidas por “Conectar-Igualdad”. La primer “compu” que hubo en casa…
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En lugar de los 1000 expertos echados del PCI, Finocchiaro puso a 4 universidades privadas (todas canteras del funcionariado del PRO) para que continuaran elaborando los contenidos de “Aprender Conectados”. Son la Siglo XXI, la Católica Argentina, la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES).
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Por lo pronto, dicha craneoteca y Finnochiaro decidieron que “Aprender Conectados” implementaría educación digital, programación ¡¡y robótica!! en la currícula para todos los niveles obligatorios (inicial, primario y secundario) e incluso para los Institutos de Formación Docente. Lo extraordinario del caso es que esos 4 templos del saber refulgen por su falta de laureles en todas esas disciplinas. Diferencia notable con el viejo plantel de “Conectar Igualdad”, salido de las plebeyas universidades nacionales de Buenos Aires, La Plata, Córdoba y la Tecnológica (UTN).

Pero Finocchiaro no tendrá tiempo para transformar su Ministerio en las Nuevas Academias Pitman. Primer problema, se le acabó el tiempo: el PRO perdió las elecciones y “Aprender Conectados” se ganó entre los profesores de secundaria la misma popularidad que el ex presidente Mauricio Macri tiene en las canchas de fútbol. En parte, por lo mismo.

Lo otro es que “Aprender Conectados” se licuó con la hiperinflación de 2018 no sólo en contenidos sino en plataformas. Si antes revoleaba notebooks y luego entregó algunas tablets, finalmente descendió a un goteo de celulares, de los cuales la gobernadora María Eugenia Vidal y el presidente Macri repartieron unos 8000 destinados a 2000 colegios secundarios bonaerenses en un acto en San Justo. 4 celulares por colegio, y se acabó lo que se daba.

El problema es que una parte de los 16.000 colegios bonaerenses carece de telefonía móvil. Más interesante aún, esos 8000 telefonitos no pueden siquiera salir de cada colegio. Donde obviamente, terminarán siendo usados para videojuegos.»

Alfredo Moreno, informático, profesor de TICs en la Universidad Nacional de Moreno, delegado de ARSAT ante FOETRA

Daniel Arias, periodista científico, ex RRII de ARSAT