El canciller de México, Marcelo Ebrard, anunció ayer, formalmente, que desde el martes 25 empezarán a enviar a la Argentina y al resto de América Latina un total de 77 millones de vacunas de Oxford / AstraZeneca, cuya parte activa fue fabricada en la Argentina.
Ebrard, junto a un grupo de periodistas, visitó la planta del laboratorio Liomont, en el Estado de México, y ahí anticipó que las vacunas pasaron por el control de calidad de la Cofepris, la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios, de manera que el 25 de mayo empezarán los envíos.
El proyecto entre el laboratorio británico, la Argentina y México fue una apuesta estratégica del gobierno de Alberto Fernández. La producción de la parte decisiva la hizo mABxience, en Garín, en una planta que es propiedad del empresario Hugo Sigman. Desde allí salieron ya 50 millones de dosis que no tuvieron ningún inconveniente. Pero en México, Liomont tuvo varios problemas, entre otras cosas porque Estados Unidos prohibió la exportación de los filtros imprescindibles para terminar las vacunas. El propio Ebrard fue el que logró superar ese obstáculo en una negociación con Washington. Después de ese episodio, hubo dificultades en la aprobación de los controles de calidad que realizó, extrayendo muestras, el laboratorio dueño de la vacuna, AstraZeneca.
Todos estos inconvenientes, no previstos, provocaron una demora, que la pandemia hizo angustiosa. El vacío lo cubrió, parcialmente, el gobierno argentino recurriendo a la vacuna Sputnik V, del Fondo Ruso de Inversión Directa, y al acuerdo con China para obtener la vacuna Sinopharm.
Ahora, ni bien se inicie el flujo desde México, deberían ir llegando 22 millones de dosis, que son las contratadas por la Argentina en ese acuerdo.
El envío de la primera partida desde México tendrá una presentación formal el martes próximo, 25 de mayo, en una especie de acto vía zoom en el que estarán el presidente López Obrador y el presidente Fernández.