Salió a la venta otro auto eléctrico «made in Argentina», que competirá contra las dos opciones de origen nacional que ya se encuentran disponibles en el mercado local.
El fabricante de productos de electrónica Coradir empezó a comercializar Tito, un vehículo eléctrico que creó en su planta de 5000 metros cuadrados de San Luis. El modelo se suma al cordobés Volt y el Sero Electric, fabricado en el Parque Industrial Tecnológico Aeronáutico de Morón (Pitam), en la provincia de Buenos Aires.
Los interesados en comprar este auto deben inscribirse en la sección «Quiero mi Tito» en el sitio web de la empresa.
Juan Manuel Baretto, presidente de Coradir, dice «Hubo seis reservas en las 12 horas después del lanzamiento. La demanda superó las expectativas. Cuando anunciamos la presentación en 2020, recibimos pedidos y consultas de 600 particulares y concesionarias. Si el primer stock se agota rápidamente, probablemente habilitaremos una segunda preventa».
Coradir negocia con distintas entidades bancarias para ofrecer opciones de financiación, con cuotas que tengan el mismo monto que el gasto mensual de combustible de un auto naftero. «Con lo que te ahorrás, subvencionás la compra de Tito. Estamos en conversaciones con varios bancos», destaca el ejecutivo.
Sus competidores se ofrecen a precios similares. El Volt se vende en tres versiones. El Z1 cuesta $ 1 millón; el W1, $ 1,9 millón; y el E1, 2,3 millones. Por su parte, el Sero Electric está disponible en sus modelos Sedán y Cargo Alto, con valores de $ 1,2 millón y $ 1,9 millón, respectivamente.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Tito se presenta como un vehículo sin combustible y económico, que funciona con un propulsor eléctrico de alta eficiencia y consume un 90% menos que un naftero. «Es silencioso (libre de ruido y vibración) y no genera emisiones de dióxido de carbono», afirma el directivo de la compañía.
Tiene una autonomía de 100 kilómetros con una carga eléctrica de ocho horas y su velocidad máxima es de 65 kilómetros por hora, dado que está pensado, principalmente, para ser utilizado en la ciudad.
Posee cuatro asientos y los traseros son rebatibles para lograr más espacio en el baúl. Trae una pantalla LED HD táctil, radio, Bluetooth, cámara de retroceso, cierre centralizado, levanta vidrios eléctricos y mando a distancia.
Las baterías son de litio. «Originalmente habíamos pensado en usar de plomo, pero las reemplazamos por estas más eficientes y ecológicas», apunta Baretto. El auto está pensado para que quien lo adquiera no tenga que hacer en su casa ninguna modificación: directamente se enchufa a un conector domiciliario de 220V.
«La carga en el hogar implica, generalmente, realizar adaptaciones. El proceso es más lento, pero no le genera ningún inconveniente al usuario, ya que el cargador viene integrado al auto y no necesita ninguna adecuación: mientras duerme durante la noche, lo deja enchufado y cuando se levanta a la mañana ya está la carga completa», indica el vicepresidente de la firma.
A futuro, la empresa planea crear otros dos modelos: un utilitario de carga y otro con un chasis de aluminio y llantas más grandes.
A pesar que el comprador argentino todavía se vuelca, en su gran mayoría, a los autos convencionales, Baretto confía en el potencial del vehículo y considera que se trata de un producto pensado para estos tiempos. «Ya había en el país una crisis económica previa al coronavirus. Esto nos llevó a crear un auto que sea funcional al cliente, teniendo en cuenta sus necesidades y su poder adquisitivo actual. Este contexto será un catalizador de muchos cambio y cobrará impulso la movilidad eléctrica».