Un sector en auge, para el que diversos estudios prevén un aumento de demanda, salarios elevados y la posibilidad de trabajar desde cualquier parte del mundo.
Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo para 2025 Latinoamérica requerirá 1,2 millones de desarrolladores de software para suplir la demanda de empleo en este campo.
«A día de hoy, el software está en el centro de cualquier organización, administración pública, empresa multinacional o pyme. La transformación digital es un tema de actualidad por la COVID-19», defiende Robert Clarisó, director del nuevo grado de Técnicas de Aplicaciones de Software (Bachelor’s Degree in Techniques for Software Development) que ofrece la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
A lo que también apunta, esta tecnología está presente de forma permanente en nuestra vida cotidiana. «Las personas que desarrollan software hacen posibles los dispositivos electrónicos que usamos a diario, las plataformas donde consumimos contenidos multimedia, los portales web donde compramos o las redes sociales donde nos conectamos».
Y es que, dice, cada vez son más las empresas que buscan expertos en ingeniería de software, como los que prepara el grado de la UOC, para trabajar sin moverse de casa. «Cada vez es más habitual trabajar desde un país para una compañía que está en otro», reflexiona.
Una oportunidad de formación en un sector en auge, para el que diversos estudios prevén un aumento de demanda, salarios elevados y la posibilidad de trabajar desde cualquier parte del mundo.
En cuanto a la retribución de estos empleos, los informes hablan de cantidades entre 35.000 y 45.000 euros anuales. «Los salarios son muy altos y, cuando se dispone de más experiencia, los sueldos son muy competitivos», ejemplifica Clarisó.