Industriales y sindicatos brasileños salieron a criticar el planteo unilateral del gobierno de Jair Bolsonaro de reducir el Arancel Externo Común del MERCOSUR un 20% durante 2021.
Un comunicado conjunto de la Confederación Nacional de la Industria (CNI) y la IndustriALL Global Union sostiene: «Ante los graves e inciertos efectos económicos y sociales que puede traer esta agenda, las entidades representativas de empresas y trabajadores de la industria brasileña solicitan al gobierno brasileño que suspenda su posición sostenida sobre estos temas en la próxima reunión de Ministros del Mercosur».
Indicaron que la reducción unilateral de aranceles «reforzaría una competencia desigual ya existente debido a los problemas crónicos de competitividad en Brasil». Y las negociaciones comerciales individuales «conllevan el desafío de debilitar el bloque y su poder de negociación ante la apertura de mercados para socios con prácticas desleales».
En el mismo sentido, Luiz Carlos Moraes, el presidente de ANFAVEA (Asociación Brasileña de Fabricantes de Vehículos Automotores) declaró que «la medida no sólo puede ‘implosionar’ al Mercosur, sino que también representa un riesgo para la continuidad de las inversiones y el empleo en las fábricas que el sector mantiene en el bloque» común.
La propuesta de Brasil es reducir el 20% de todos los aranceles de importación de productos fuera del Mercosur, en dos etapas: 10% a mitad de año y otro 10% en diciembre, con el objetivo de incrementar la participación de Brasil en el comercio internacional.
La medida es rechazada por el Gobierno argentino que propuso una reducción más gradual, del 10% a partir del 1° de enero del año de 2022.
Para el titular de Anfavea, la reducción del 20% de los aranceles, «sin contrapartida para incrementar la venta de productos brasileños en el exterior, solo servirá para incrementar las importaciones». «En el caso de la industria automotriz, las empresas tenderán a traer vehículos de otros países que podrían fabricarse en Brasil».
Para las entidades productivas brasileñas, la idea de Bolsonaro no haría más que profundizar el patrón de integración internacional del país «basado en productos de bajo valor agregado» y dañar las cadenas donde las empresas brasileñas están más insertadas en la región, como acero, maquinaria, automotriz y farmacéutica, entre otras.
Ya hace dos semanas, en el mercado de una reunión plenaria del Consejo Empresario Argentina-Brasil (Cembrar), la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI) consideraron «inoportuno» que el Mercosur avance hacia una eventual rebaja del arancel externo común del bloque.