Los cancilleres de Argentina y Brasil celebran los 30 años de un acuerdo nuclear único en el mundo: la ABACC

TREINTA AÑOS DE LA AGENCIA BRASILEÑO-ARGENTINA DE CONTABILIDAD Y CONTROL DE MATERIALES NUCLEARES (ABACC): «UNA CONTRIBUCIÓN ÚNICA PARA EL MUNDO»

La ABACC celebró su 30 aniversario el pasado 18 de julio, y los cancilleres de Argentina y Brasil emiten el siguiente comunicado:

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Felipe Solá- Ministro de Relaciones Exteriores de la República Argentina

Carlos França- Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil

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El 18 de julio de 1991 se firmó en Guadalajara el Acuerdo para el Uso Exclusivamente Pacífico de la Energía Nuclear entre la Argentina y el Brasil. El Acuerdo resultó de un acercamiento estratégico y un proceso de construcción de confianza desde el más alto nivel político iniciado años antes.
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El Acuerdo previó la creación de un Sistema Común de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (SCCC) y, para la administración y aplicación de dicho sistema, estableció una entidad dotada de independencia, idoneidad técnica y autonomía jurídico-internacional, la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC).

Dicha agencia sería la garantía para Brasil y Argentina -así como para toda la comunidad internacional- de que los materiales e instalaciones nucleares en ambos países serían usadas exclusivamente para fines pacíficos, bajo un control serio, eficaz y eficiente.

Pocos meses después de la creación de la ABACC, el 13/12/1991, se concluyó también el «Acuerdo Cuatripartito» entre la Argentina, Brasil, la ABACC y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Único en su tipo, dicho acuerdo sometió todas las instalaciones nucleares en ambos países a salvaguardias del OIEA, en complemento a las inspecciones bilaterales de ABACC.

La labor desarrollada por la ABACC a través de un equipo de inspectores de ambas nacionalidades altamente calificados que trabajan en forma coordinada con el OIEA, resulta un mecanismo único e innovador en materia de inspecciones recíprocas a instalaciones nucleares.

La robustez de dicho modelo de verificación hace que los programas nucleares de ambos países estén sometidos a los más altos estándares de transparencia, demostrado por el hecho de que la Argentina y Brasil están entre los países que reciben la mayor cantidad de inspecciones en su territorio.

En sus 30 años de trabajo, la ABACC ha alcanzado una elevada capacidad técnica. Un ejemplo es el desarrollo del método «ABACC-Cristallini», una técnica innovadora de muestreo de hexafluoruro de uranio (UF6) en plantas de conversión y enriquecimiento de uranio, menos intrusivo y más económico que las técnicas tradicionales.

Actualmente, la Secretaría de la ABACC es liderada por la Lic. Elena Maceiras (Argentina) -primera mujer en ocupar esta posición en la Agencia- acompañada por el Dr. Marco Marzo (Brasil), en calidad de Secretario Adjunto.

La ABACC mantiene un claro compromiso con las políticas de género. Un ejemplo de ello es el plantel de mujeres capacitadas en el área de la ciencia, la tecnología y la ingeniería con el que cuenta y que, a lo largo de estos 30 años de existencia, han enriquecido a las distintas áreas de trabajo de la Agencia.

Además de constituir un hito en la relación bilatera»l, la creación de ABACC contribuyó a la consolidación del clima de confianza mutua, el conocimiento recíproco y la cooperación que marcan las relaciones entre Argentina y Brasil.»

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Como ya dijimos en AgendAR, si la cooperación en temas nucleares entre Argentina y Brasil ha sido muy limitada (Brasil compró la ingeniería básica del RBM (Reactor Brasileño Multipropósito) a INVAP, y Argentina el núcleo inicial de uranio enriquecido del CAREM a los brasileños), el tratado descartó el riesgo de una «carrera por la bomba atómica» entre ambos países, que todavía a comienzos de los ´90 pesaba en las preocupaciones de las cancillerías. No sólo del Cono Sur.

Y la ABACC es el único organismo binacional de salvaguardias nucleares existente en el mundo. Los cancilleres de nuestros dos países tienen razón en calificarlo de una contribución única en el plano internacional.