Argentina es el segundo país de la región con la mayor cantidad de estas empresas tecnológicas.
En la última semana, tres empresas tecnológicas argentinas se transformaron en unicornios, es decir, valen más de u$s 1.000 millones, y así llegan al grupo mundial que alcanzaron gigantes como Uber, Airbnb o SpaceX. De esta manera, ascienden a 11 los unicornios argentinos, por lo que el país es el segundo de Latinoamérica con mayor cantidad, solo detrás de Brasil.
Los analistas indican que esto se explica en parte por el ecosistema emprendedor que perdura en el país, que cuenta con profesionales con muy buena educación, talento, mirada global y resiliencia para atravesar las reiteradas crisis.
Sin embargo, también influye el contexto: de las 11 empresas unicornio, la mitad llegaron a esta categoría este año, en parte debido a la híper liquidez que hay a nivel global.
“Esto es muy bueno para el país. Trae innovación, genera fuentes de trabajo altamente capacitado y ayuda a diversificar la matriz productiva”, aseguró María Julia Bearzi, directora ejecutiva de Endeavor. “Podría generar un efecto contagio entre los inversores, la oportunidad para el país es enorme, pero para que esto no sea solo una primavera, hay que apurarse en invertir en educación”, agregó.
Los 11 unicornios argentinos tienen en conjunto un valor de más de u$s 120 mil millones, por lo que triplican las reservas del Banco Central. Allí se encuentran, por orden de llegada: Mercado Libre, Globant, Despegar, OLX, Auth0, Vercel, Aleph Holding, Mural, Bitfarms, Ualá y TiendaNube.
Todas tienen en común ser tecnológicas y trabajar en diversos países. Para los últimos unicornios, la pandemia fue una “oportunidad”: Ualá permite medios de pagos electrónicos, Mural simplifica las reuniones virtuales y Tiendanube trabaja en la reconversión de las pymes para vender digitalmente.
El Gobierno mira de cerca este fenómeno. Si bien la mayoría de las compañías no están radicadas en el país, ni tampoco viven sus dueños, muchas operan desde la Argentina, y lo hacen para diversos mercados, por lo que no solo pagan impuestos y generan trabajo, sino que también traen dólares.
Varios funcionarios salieron a felicitar por Twitter a los empresarios, y hasta uno de los CEO fue recibido por el ministro de Economía de Economía, Martín Guzmán. Se trata de Pierpaolo Barbieri, de Ualá, que tiene 34 años.
Ante la consulta de por qué Argentina es tierra fértil para el boom de este tipo de empresas, Gonzalo Blousson, presidente de la Asociación de Emprendedores (ASEA), afirmó: “El emprendedor argentino subsiste en un país que navega entre crisis, y eso se vuelve un activo importante. Pero también, como el mercado interno es chico, tienen una mirada global y hambre de expandirse”. Sin embargo, destacó: “El éxito muestra el increíble talento y capacidad que hay, por eso creo que el futuro no está en Ezeiza. Pero me da pena pensar en cuánto más se podría construir con otras condiciones y reglas claras”.
Otra coincidencia entre los 11 unicornios argentinos es que en ningún caso la dueña es mujer. Ante la consulta de la falta de “unicornias”, Bearzi explicó: “El ecosistema emprendedor no escapa de lo que ocurre con la brecha de género de la sociedad. Las mujeres emprendedoras también tienen el techo de cristal”. Por su parte, Blousson agregó: “Hay una cuestión estadística, hasta hace unos años había pocas mujeres en tecnología, pero esa brecha se va a empezar a cerrar”.