En diciembre de 2020, Unicef registró que casi 6 de cada 10 niñas y niños de Argentina se encontraban en situación de pobreza, de las cuales un 15,7% vivían en la pobreza extrema.
Reducción de la pobreza, desarrollo integral en las infancias, mejoras en los conocimientos y avances para la participación de los adolescentes, acceso a servicios de protección y justicia y un mayor compromiso social son cinco de los objetivos planteados por Unicef Argentina para el período que va de agosto de 2021 a diciembre 2025.
Se trata del Programa de Cooperación de Unicef Argentina que fue presentado este miércoles de manera virtual y que apunta a «imaginar un futuro mejor para los niños, las niñas y adolescentes a partir de este acontecimiento inesperado que fue la pandemia, para que puedan realizar todos sus derechos y desarrollar sus potenciales sin que ninguno se quede atrás», dijo Luisa Brumania, representante de Unicef en el país.
El Programa de Cooperación 2021-2025 fue analizado y proyectado en base a cinco ejes: pobreza, desarrollo en la primera infancia, adolescencia, violencia y compromiso social.
Con respecto a la pobreza, se espera que para 2025 las niñas, niños y adolescentes (NNyA) que viven en situación de pobreza multidimensional gocen «de un sistema de protección social y de un modelo de incentivos municipales y provinciales orientados a reducir la pobreza y garantizar sus derechos de manera integral y equitativa».
A diciembre de 2020, Unicef registró que casi 6 de cada 10 niñas y niños de Argentina se encontraban en situación de pobreza, de las cuales un 15,7% vivían en la pobreza extrema.
El segundo eje apunta a que la población de 0 a 6 años disfrute de prácticas y políticas integrales que les permitan crear las condiciones para una igualdad de oportunidades en el desarrollo integral de NNyA.
En este sentido, el organismo observó, a partir del anterior Programa de Cooperación que finalizó en 2020, que existe una cobertura insuficiente de Centros de Primera Infancia en el país dado que no asisten al 82% de niñas y niños entre 0 y 3 años, y al 59% de 3 años.
Además de servicios para la primera infancia «inclusivos, suficientes, articulados, equitativos y de calidad», Unicef buscará mejorar la nutrición de niñas y niños entre 0 y 6 años y las habilidades y recursos que tienen las familias y/o tutores para criarlos.
En base a la distribución inequitativa de oportunidades observada en los últimos cinco para adolescentes, el tercer eje apunta a que finalicen la educación secundaria, mejoren sus conocimientos, tomen decisiones fundamentadas y participen activamente en las decisiones que les conciernen.
El 54% de las y los estudiantes no finalizan la escuela secundaria
En esta línea, Unicef se comprometió a trabajar en abordar estos puntos: el 54% de las y los estudiantes no finalizan la escuela secundaria, el 13% de los nacimientos corresponden a embarazos no intencionales de mujeres adolescentes y el 78,6% de las y los adolescentes considera que hay pocos o nulos espacios para expresar sus opiniones.
Por otra parte, el cuarto eje apunta a que las NNyA vivan «en entornos más seguros y protectores» y, si están en situación de violencia o desprovistos de protección, tengan «acceso a servicios integrales de protección y justicia».
Este objetivo se desprende de que en el 60% de los hogares se usan métodos violentos asociados a la crianza y el 63% de las personas que sufren violencia sexual son menores de edad y principalmente del género femenino.
Por último, Unicef busca que la niños y adolescentes crezcan en una sociedad que los reconozca «en una mayor medida» y fortalezcan «su compromiso con el ejercicio pleno de sus derechos».
En el anterior programa, que culminó el año pasado, se observó la difusión de estereotipos sobre la infancia y adolescencia que impiden acciones efectivas, por lo que uno de los objetivos en esta materia apunta a que los medios de comunicación mejoren la difusión masiva de información veraz asociada a NNyA, además de impulsar mecanismos de participación y el «desarrollo de acciones colectivas y toma de decisiones informadas».
«Los adolescentes son de los grupos más olvidados de las políticas públicas y este reconocimiento me parece altamente relevante, fundamentalmente en los tres ejes que descompone el Programa de Cooperación: educación, salud sexual y reproductiva y participación», dijo Luis Pedernera, ex presidente del Comité por los Derechos del Niño de la ONU, quien exigió al organismo monitorear cómo se está implementando la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) desde su sanción.