El cambio climático, la productividad y el humor de las personas: estaremos más irritables y violentos

Cuando hablamos de cambio climático, pareciera que todos los problemas que podemos llegar a tener los humanos se relacionan con su impacto en nuestro entorno, como si nosotros no formáramos parte también de él. Ahora bien, ¿qué pasa con el comportamiento? Vamos con algunas investigaciones:

El psicólogo social Craig Anderson y sus colegas mostraron a estudiantes universitarios cuatro videos de parejas conversando. Uno de los videos tenía un tono neutro, mientras que los tres restantes mostraban una tensión creciente. Los estudiantes universitarios que veían los videos estaban sentados en una habitación con el termostato ajustado a una de cinco temperaturas diferentes, que iban desde los 14º C a los 36º C.

Anderson, que ahora trabaja en la Universidad Estatal de Iowa, en EE.UU., descubrió que los estudiantes que se encontraban en habitaciones incómodamente cálidas puntuaban a todas las parejas, incluso a la neutral, como más hostiles que los estudiantes que se encontraban en habitaciones con temperaturas agradables (curiosamente, los estudiantes de las habitaciones incómodamente frías puntuaron a las parejas de la misma forma).

Esto indicaría que, cuando hace calor, percibimos las situaciones cotidianas de forma más hostil. Si bien es muy difícil demostrar que la percepción de hostilidad desencadena la violencia y sería sumamente incorrecto desprender de ello que el calor estimula la agresión, hay estudios que identificaron que, en días de calor, los hechos violentos en penales estadounidenses, donde en muchos casos no hay ni aire acondicionado ni ventilación adecuada, son más frecuentes. Otro análisis de datos también correlacionó (de nuevo, no es causalidad), días de mayor temperatura con mayor ocurrencia de crímenes violentos en la ciudad de Los Ángeles.

Otros observadores analizaron a grupos de trabajadores textiles entre uno y nueve años. Cuando las temperaturas superaban los 35º C, la producción media diaria en el sector de la confección se reducía en un 2% y en el de la costura en un 8%, en comparación con los días de menos de 30º C.

A continuación, el equipo amplió la escala a las industrias de toda la India utilizando datos de encuestas nacionales. Los cálculos de los investigadores sugieren que la producción media anual disminuirá un 2,1% si las temperaturas medias diarias se calientan 1°C por encima de las condiciones actuales; y que el producto interior bruto anual, es decir, el valor de los bienes y servicios producidos en un año, se reduciría un 3%.

Las cargas del alto calor suelen recaer sobre los residentes más pobres de un país. Por ejemplo, en Estados Unidos, un largo legado de políticas de vivienda discriminatorias hace que los pobres vivan a menudo en las zonas más calurosas de una ciudad, según un informe de julio de Climate Central, una organización independiente de investigación y comunicación sobre el clima. En estos focos de calor concentrados, denominados «islas de calor urbanas», las temperaturas de media tarde pueden aumentar entre 8 y 11 °C por encima de las zonas periféricas. Los efectos tienden a ser peores en los barrios pobres debido a la alta densidad, la escasez de espacios verdes y de sombra y la abundancia de carreteras y superficies pavimentadas que absorben el calor en lugar de reflejarlo.

O sea que, aunque la temperatura aumente en todo el mundo, el aumento de la irritabilidad y la baja de la productividad no se van a repartir uniformemente y tendrán consecuencias productivas y sociales.

VIACenital