Según los últimos datos del Ministerio de Salud de la Nación, hasta ahora se identificaron 314 casos de coronavirus en los que se aisló la variante Delta.
Hace dos semanas publicamos un lúcido «hilo de los hermanos Santiago y Nicolás Olszevicki especulando sobre lo que puede ocurrir en nuestro país cuando, y si, la variante Delta se convierta en dominante.
Pero el tiempo transcurre, y la intriga entre los virólogos de todo el mundo es por qué la variante Delta no avanza en la América del Sur como está sucediendo en otroas regiones del globo. Por ello, acercamos esta actualización de lo que se sabe a hoy.
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En los 20 meses que lleva la pandemia, el virus SARS-CoV-2 -que causa la COVID-19- siguió un camino expansivo que lo llevó a causar 225 millones de infectados y 4,6 millones de fallecidos en el mundo. En ese lapso el coronavirus fue mutando y generando nuevas variantes. Y la Organización Mundial de Salud (OMS), basada en los cambios genéticos, epidemiológicos y/o fenotípicos del virus, las fue clasificando como “variantes de interés” (VOI), “variantes de preocupación” (VOC) o “variantes para monitoreo adicional”.
A nivel internacional, según los estudios de vigilancia genómica más recientes, hoy predomina el sostenido avance de la VOC conocida como “Delta” que se detectó por primera vez en la India en octubre de 2020. Debido a su capacidad para replicarse a gran velocidad y su mayor transmisibilidad, esta variedad está impulsando una nueva ola de infecciones en gran parte del mundo: ya se encuentra presente en 170 países.
Pero este fenómeno global parece encontrar, por ahora, una excepción en América del Sur donde continúan circulando en forma dominante las variantes de emergencia regional Gamma (VOC) y Lambda (VOI). La Argentina lleva 15 semanas ininterrumpidas de baja de casos, de internaciones y de fallecimientos y la Delta sigue sin convertirse en la variante principal.
Según los últimos datos del Ministerio de Salud de la Nación, hasta el 8 de septiembre se identificaron 311 casos de coronavirus en los que se aisló la variante Delta, 28 sin nexo con viajeros, mientras que el resto están relacionados con viajes o contactos con viajeros.
A tal punto que Nicolás Kreplak, ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, llegó a decir que “no se sabe si la Delta se volverá predominante en Argentina”. Y recordó que ya pasaron 12 semanas desde la identificación del primer caso local de Delta (ver aquí y aquí). Según el funcionario, mientras que en otros países esa variante se volvió predominante en no más de un mes, en la Provincia -por ahora- es responsable de menos del 0,1% de los casos, y especuló: “Gracias a los cuidados preventivos y a la vacunación quizás no tengamos una tercera ola”.
¿Por qué aún no explotan en la Argentina los casos causados por la Delta?
Escenarios posibles
¿Por qué aún no explotan en la Argentina los casos causados por la Delta? “No tenemos todos los datos para hacer hipótesis firmes, pero podemos especular que parte del retraso en su expansión se debe a que los controles fronterizos y el aislamiento de viajeros mejoró: hoy el incumplimiento de esa precaución cayó a menos del 10%”, dijo a Chequeado Víctor Romanowski, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Virología.
Otro factor que parece jugar un papel en el retraso de la tercera ola es que un alto porcentaje de argentinos ya ha tenido contacto con el virus, especialmente durante la segunda ola que fue muy extendida. “Grosso modo, desde fines de marzo, tuvimos 2,2 millones de casos notificados. Si por cada uno confirmado hay otros 5 no identificados, podríamos especular que, recientemente, se infectaron 12 millones de argentinos”, explicó a este medio el virólogo Humberto Debat.
El investigador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y miembro del Consorcio PAIS de genómica del SARS-CoV-2 recordó que también hay casi 29 millones de personas con, al menos, una dosis de vacuna: “Si combinamos estas 2 situaciones, la Delta tiene relativamente pocas oportunidades de contagiar, al menos por el momento”.
La tercera ola
¿Se impondrá finalmente la variante Delta y causará una tercera ola de casos? Para Debat, si bien el retraso parece ser un fenómeno regional, “la vigilancia genómica más reciente indica que en algunas geografías, como en el sur de Brasil y en Chile, la circulación de Delta está subiendo y ya es responsable del 50% y del 18% de los casos respectivamente”. Como ya se ha visto que esas zonas suelen adelantar lo que pasa en el resto de América Latina, es muy posible que -en los próximos meses- Delta también se convierta en la principal variante en circulación.
Por otra parte, los especialistas recuerdan que hay una especie de “umbral” y recién tras superarlo la expansión de esta variante “explota”. Debat detalló que hay análisis que muestran cómo aumentan exponencialmente los casos de Delta recién a partir del momento en que es la responsable de entre el 1% y el 5% de los casos de COVID-19 de una región. Luego de ese momento, la variante tarda entre 2 y 3 meses en convertirse en la responsable del 80% de las infecciones.
Ambos expertos concuerdan en que falta información para hacer predicciones certeras. Según Romanowski, es posible especular que el dominio de la variante Delta, y una eventual tercera ola de casos, llegaría hacia fines de octubre.
Para Debat, habrá una tercera ola, pero ésta no será inmediata. Además, gracias al avance de la vacunación, es posible pensar que en la Argentina ocurrirá algo similar a lo acaecido en Gran Bretaña, donde se desacopló la cantidad de los casos de las internaciones y los fallecimientos.
“Las infecciones aumentaron muchísimo, pero no se elevaron en forma correlativa ni los casos severos ni las muertes. Por eso pensamos que nuestra tercera ola será menos dramática”, sostuvo Debat. Eso sí, según el experto, siempre y cuando se mantengan todas las precauciones posibles hoy vigentes para disminuir los contagios y se avance en el proceso de vacunación para completar esquemas.