«Aún sin comorbilidades pueden tener secuelas del coronavirus o sufrir un síndrome inflamatorio multisistémico»
“A una semana de iniciar la vacunación de los menores entre 3 y 11 años ya alcanzamos el 10% de la población objetivo: 663 mil se acercaron a los vacunatorios con sus familias para ser parte del círculo virtuoso del cuidado. Anotalos: es por ellos, es por todas y todos”. Así se expresó la semana pasada la ministra de Salud, Carla Vizzotti, en referencia a la campaña de vacunación contra la Covid-19 entre la población pediátrica.
Lanzada el 12 de octubre, la iniciativa tiene buena repercusión entre la población, aunque también ha sido y es blanco de ataques por parte de grupos que alimentan noticias falsas y rumores. Las cadenas de mensajes alarmistas que alimentan la desconfianza hacia la inoculación infantil se suceden y expanden vía WhatsApp. Expertos locales y evidencia científica no justifican ni avalan afirmaciones en contra que (justo es decirlo) no nacieron en la Argentina sino que han circulado por buena parte del mundo.
“El 91% de la población adulta en Argentina tiene al menos una dosis y el 75% cuenta ya con dos dosis aplicadas explica el bioquímico y especialista en análisis de datos Santiago Olszevicki. Asimismo, recibió su primera dosis el 36% de los adolescentes de 12 a 17 años y el 10% de los niños de 3 a 11 años”. Hasta aquí la evolución del plan de vacunación anticovid local, el mapa total incluye a seis millones de niños entre tres y 11 años que están incluidos en el plan nacional de vacunación. En lo que respecta a la población de adolescentes de entre 12 y 17 años, se calcula que hay unos 5 millones, y ya están siendo inoculados con las vacunas de Pfizer y Moderna.
Para los más pequeños, la vacuna aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) es la elaborada por el laboratorio Sinopharm. La misma se administra en dos dosis con un intervalo de 28 días entre cada dosis. “Argentina terminará el 2021 con toda su población mayor de tres años cubierta y protegida”, declaró al inicio de la campaña pediátrica la ministra Vizzotti. “Tenemos el stock necesario para realizar esta vacunación y completar los esquemas. Hacemos un llamado a la sociedad para que confíe en la vacuna”.
Datos de la ciencia
“La evidencia científica a nivel nacional e internacional demuestra que una alta proporción de niños y niñas, cuando se contagian de Covid-19, hacen una forma asintomática de la enfermedad. Pero también hay chicos que tienen comorbilidades o enfermedades previas y que terminan internados en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y, lamentablemente, también tenemos chicos que mueren por Covid-19”, resume y describe el pediatra Oscar Trotta, miembro del Consejo de Administración del Hospital Garrahan.
Y agrega: “También está demostrado que hay niños sanos que, luego de cursar un cuadro de Covid-19, sufren algo que se denomina Síndrome Inflamatorio Multisistémico (SIM) a entre 30 y 45 días de ocurrida el alta de la infección con el coronavirus SARS-CoV-2”. Se trata de una respuesta inflamatoria exacerbada que se puede presentar chicas y chicos y que puede ser grave.
Desde la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), recuerdan además que “los chicos pueden contagiarse y también transmitir el virus, tal y como sucede con los adultos. Si bien es cierto que la mayoría de los niños transitan la Covid-19 de forma asintomática o con cuadros leves, algunos de ellos pueden tener secuelas y padecer una Covid persistente”. Dichas secuelas pueden afectar, por ejemplo, desde lo cognitivo hasta la capacidad respiratoria, el funcionamiento del sistema cardiovascular, dar lugar a una sensación de fatiga persistente.
De acuerdo con datos del Ministerio de Salud de la Nación, hasta el 11 de octubre último se habían registrado en la Argentina 137.691 casos de coronavirus en niños de entre 3 y 11 años, 2.953 de los cuales precisaron ser internados y 69 fallecieron (letalidad del 0,05%).
Es decir que es importante desterrar varias fake news que se han intentado instalar respecto a cómo enfrentar la Covid-19 los más chiquitos: que los niños no se contagian ni transmiten el coronavirus, que los niños no se enferman y que si lo hacen, siempre será de manera muy leve. Ninguna de las tres afirmaciones son verdaderas, de acuerdo con la evidencia científica recogida en diferentes estudios realizados en distintos países del mundo.
A este panorama hay que sumarle el hecho de que la variante Delta, la que se ha impuesto en la gran mayoría de los países, ha afectado particularmente a la población más joven. “Cuando uno analiza lo ocurrido en países en los que Delta es dominante, comprueba que ha habido focos de concentración del coronavirus en las escuelas. El virus infecta, se replica y en esa replicación puede generar una nueva variante que sea más agresiva”, resume Trotta.
Aquí es donde estriba la segunda gran importancia de vacunar al mayor porcentaje de población posible, incluyendo a la pediátrica. La primera es, lógicamente, reducir al mínimo posible los contagios entre los chicos y también bajar las posibilidades de que ellos transmitan el coronavirus a poblaciones de mayor edad, más proclives a sufrir cuadros graves de Covid-19. Pero también es imprescindible cortar la transmisión del virus en sí mismo, evitar los posibles reservorios, grupos humanos que puedan convertirse en potenciales huéspedes que alimenten la mutación del SARS-CoV-2 facilitando así la aparición de variantes más agresivas que, eventualmente, podrían escapar a la acción de las vacunas que actualmente se están aplicando en el mundo.
La vacuna de Sinopharm
Otras de las noticias falsas y de las dudas que circulan en redes sociales tienen que ver con la vacuna que se ha aprobado en la Argentina para inmunizar a chicos desde los 3 años. Sinopharm publicó datos de ensayos clínicos de fase uno y dos en la publicación especializada “The Lancet Infectious Diseases”, y los mismos indican que la vacuna desarrollada por el Instituto de Productos Biológicos de Beijing de Sinopharm “es segura y tiene una propiedad inmunogénica robusta” (es decir, que desencadenan una reacción notable en el sistema de defensas del organismo que recibe la vacuna).
El esquema vacunatorio formado por dos dosis de la BBIBP-CorV (tal su nombre, aunque es muy poco utilizado popularmente) está aprobado en China desde mediados del mes de agosto pasado. La inmunización induce niveles similares de anticuerpos neutralizantes (es decir, de aquellos que inhiben la acción del coronavirus en las células que pretende invadir) similares a los observados en las personas adultas que fueron inoculadas con la misma vacuna.
El ensayo de Sinopharm, que tuvo lugar en la provincia china de Henan, incluyó a 288 niños en un ensayo de fase uno y 720 en la fase dos. Las reacciones adversas fueron «en su mayoría de leves a moderadas», incluyendo dolor en el sitio de la inyección, fiebre, cefalea. Alrededor del 96,1 por ciento de los receptores que recibieron dos dosis de la vacuna produjeron anticuerpos contra el coronavirus y el resultado no fue significativamente diferente en los adultos. Las dosis aplicadas a los chicos es la misma que se utiliza entre la población adulta.
Los ensayos clínicos de fase 3 de la vacuna comenzaron en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en julio de 2020. La tasa de protección de los pacientes contra los síntomas graves alcanzó al ciento por ciento, y la tasa de protección total es del 72,51 por ciento. Es decir que se trata de una vacuna segura y eficaz. Además, las informaciones indican que la vacuna produjo diversos grados de reacciones de neutralización cruzada a varias variantes de coronavirus 28 días después de que las personas vacunadas recibieron las dos dosis del esquema completo.
China comenzó a permitir que las personas de entre 3 y 17 años recibieran inyecciones de la vacuna COVID-19 a principios de junio, convirtiéndose en el primer país en anunciar la aprobación de vacunas para un grupo de edad tan joven.
El mundo vacuna a los chicos
En los Estados Unidos, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) recomiendan que todas las personas de 12 años de edad o más se vacunen contra la Covid-19 para protegerse y ayudar a proteger contra esa enfermedad. “La vacunación a una proporción grande de la población es una herramienta fundamental para detener la pandemia advierte el organismo sanitario. Las personas que están totalmente vacunadas pueden reanudar actividades que solían hacer antes de la pandemia. Los niños de 12 años de edad o más puede recibir la vacuna contra Covid-19 de Pfizer-BioNTech”.
Este último laboratorio ya solicitó la aprobación para que su vacuna pueda ser aplicada a niños de entre 5 y 11 años, y la agencia regulatoria de medicamentos de la Unión Europea (la EMA) ya comenzó a evaluar el asunto.
Mientras tanto, se marca la necesidad de vacunar también a las embarazadas. La directora de la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), Carissa Etienne, instó a los países de América latina y el Caribe a dar prioridad de vacunación a este grupo. «La OPS recomienda que todas las mujeres embarazadas, después del primer trimestre de gestación, así como las que están amamantando, reciban la vacuna Covid-19», afirmó Etienne recientemente. Y aclaró que «las vacunas son seguras de administrar durante el embarazo y son una herramienta fundamental para proteger a las futuras madres durante la pandemia».