La inversión superará los 1.800 millones de dólares y será fondeada por un crédito directo de la Agencia de Crédito a la Exportación Euler Hermes, de Alemania.
El Gobierno aprobó el financiamiento alemán para la construcción de la central hidroeléctrica Chihuido 1, en Neuquén. Se trata de una obra que había sido adjudicada en 2014 y que estará a cargo de un consorcio encabezado por Corporación América, el holding argentino que preside Eduardo Eurnekian, por medio de Helport, su constructora.
El acta que aprobó el Gobierno instruye a la Secretaría de Asuntos Estratégicos, el organismo que está a cargo de Gustavo Beliz, para que convoque a los bancos para la concreción del crédito y para comenzar los trámites tendientes a la firma del contrato comercial de la obra.
“Atento el pronunciamiento de la Oficina Nacional de Crédito Público (ONCP) dependiente del ministerio de Economía”, el acta recomienda a “la secretaría de infraestructura y política hídrica, tener por aceptada la propuesta de financiamiento alternativo presentada por la UT adjudicataria”.
El documento oficial está firmado por funcionarios de Neuquén, Economía, Asuntos Estratégicos, Cammesa, la secretaría de Gestión Administrativa, la secretaría de Infraestructura y Política Hídrica y la subsecretaría de Obras Hidráulicas.
El crédito directo de la República Federal de Alemania a Argentina, a través de la Agencia de crédito a la Exportación Euler Hermes, es uno de las más grandes del mundo en su historia y el mayor para la región. “Las condiciones son muy favorables, ya que permiten la contratación de mano de obra local por encima de la media para este tipo de créditos”, destacaron fuentes cercanas al negocio.
El crédito financiará el 85% del costo total del proyecto, con un plazo de 20 años y un período de obra de 5 años.
Helport, el brazo constructor de Corporación América, en su carácter de líder de la UTE junto a Voith Hydro, llevó adelante la gestión del financiamiento con Hermes Euler y el gobierno alemán. Voith Hydro, subcontratista nominada y gestora del crédito ante Heuler Hermes, es una empresa especialista en tecnología para la generación hidroenergética con más de 150 años de trayectoria.
“Alemania ha mostrado un alto nivel de compromiso y continuidad con su promesa de apoyar a la Argentina para la realización de esta obra. El gobierno federal de ese país, a través de sus altos mandos, sus ministerios y Euler Hermes, ha demostrado una excelente capacidad de gestión y apoyo a Argentina para esta obra”, destacaron allegados. Los bancos liderando la transacción financiera son Santander y Credit Suisse.
La Unidad Técnica Mixta de Evaluación y Seguimiento (Utmes), el Consorcio Adjudicatario cuyo líder es Helport, también está integrado por Panedile Argentina, la empresa de Hugo Dragonetti, Eleprint, José J. Chediack e Hidroeléctrica Ameghino, quien será el operador de la central hidroeléctrica.
Características técnicas generales
El conjunto de obras que integran el proyecto Chihuido I se ubica sobre el curso medio del río Neuquén, en esa provincia, y está previsto un plazo de construcción que durará 60 meses. La obra tiene el objeto de regular del río para controlar crecidas, asegurar la provisión de agua para consumo humano, riego, uso industrial del agua y generación de energía eléctrica.
Según el detalle técnico del emprendimiento, estará ubicado a 5,5 kilómetros aguas debajo de la confluencia del río Neuquén con el Río Agrio. La central hidráulica es de diseño tradicional, tendrá 4 turbo grupos de 159,25 MW cada uno, con una potencia total de 637 MW. Generará una media anual de 1.750 GWh. Además, según los constructores, habrá “obras complementarias del complejo hidroeléctrico con una estación transformadora de 500/132 Kv, una Línea de Extra Alta Tensión de 500 Kv, y 160 km de longitud, obras y acciones de Mitigación y Compensación Ambiental, incluyendo las relocalizaciones de poblaciones y áreas de desarrollo productivo”.
El proyecto incluye la operación y mantenimiento de la central hidroeléctrica por un plazo de 15 años: “la comercialización de la energía producida, será realizada por el comitente a través de la constitución de una sociedad a tal fin”.
Observaciones de AgendAR:
Técnicos cuya opinión valoramos han dicho públicamente: «Tenemos a IMPSA con capacidad para fabricar turbinas nacionales de primer nivel, pero los proyectos argentinos más grandes tienen turbinas chinas (Santa Cruz) o alemanas (Neuquén). Decisiones así son las que estructuran el subdesarrollo».
En este tema, al menos, no hay negligencia ni falta de patriotismo en los gobiernos. El motivo de que demos trabajo a la alta metalurgia alemana o china y no a la nuestra, es que no hay, ni puede haber, proyectos hidroeléctricos de esta envergadura sin el financiamiento correspondiente. En este caso, 1.800 millones de dólares.
«El que paga el gaitero elige la música». Es la diferencia entre ser un país deudor y uno acreedor. Y en el mundo real, la única manera de dejar de ser deudor es llegar a ser acreedor. Tanto EE.UU. como China, en siglos distintos, recorrieron ese camino.