Por el alza de precios los productos de desayuno y merienda están reemplazando a los del almuerzo y cena

La investigación de una consultora Scentia ó un dato alarmante: el rubro “Desayuno y merienda” ya representa en la Argentina el 35% del consumo masivo de alimentos.

Este dato era previsible: los mayores aumentos de precios en septiembre fueron en “Prendas de vestir y calzado” (6,0%), seguidos por “Bebidas alcohólicas y tabaco” (5,9%) -en la que incidió la suba de cigarrillos-, y en tercer lugar “Salud” (4,3%), que tuvo el alza de gastos de prepagas. Pero el incremento en “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (2,9%) fue el de mayor incidencia en todas las regiones. Esto se debió al aumento en “Frutas”, “Verduras, tubérculos y legumbres”, “Azúcar, dulces, chocolate, golosinas, etc”, “Café, té, yerba y cacao” y “Leche, productos lácteos y huevos”.

A estos datos, se sumó la cifra del 3,5% de inflación en septiembre según datos del INDEC y una retracción en el consumo del 4,7% respecto de 2020, según un estudio realizado por la consultora Scentia.

Uno de los datos más alarmantes que sacó a la luz el informe de Scentia sobre las variaciones en la canasta es que el rubro “Desayuno y merienda” hoy representa el 35% del consumo masivo de alimentos. Es decir que productos como pan, galletitas, café, leche y yerba reemplazaron a los alimentos tradicionales de un almuerzo o cena. Esto ocurre porque muchas personas, tanto jóvenes como adultos, no pueden realizar las cuatro comidas diarias y las suplantan con este tipo de productos.

Estos cambios en la alimentación pueden tener graves consecuencias en la salud de las personas, ya que no es lo nutricionalmente recomendado. Según Cynthia Rubinstein, Licenciada en Nutrición especialista en obesidad y sobrepeso, el consumo de estos alimentos para reemplazar otros afectará a cada uno dependiendo su estado de salud general: si presenta patologías previas, el tipo de alimentación durante el resto del día, la frecuencia con la que los consume y su porción.

La profesional advierte que “el exceso de grasa, sal y azúcares simples que tienen las galletitas y panes genera aumento del colesterol, de la glucemia y de la tensión arterial”. “Esto predispone a enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, obesidad, osteoporosis, anemias, caries, entre otras”, detalló.

Por otro lado, Rubinstein manifestó que si no se consumen ciertos alimentos durante el día, podrían faltar nutrientes en la alimentación: “Por ejemplo las proteínas, que son necesarias para el crecimiento, mantenimiento y reparación de los tejidos y músculo; las grasas insaturadas, que previenen enfermedades cardiovasculares, nivelan la presión arterial y aumentan las defensas; y las vitaminas y minerales”.

¿Qué pasa con los niños?

La alimentación en los menores es fundamental para su crecimiento. Es por eso que una falta de nutrientes en su alimentación puede “afectar su desarrollo cerebral, interferir con su aprendizaje y crecimiento”.

Para tener una alimentación saludable, la licenciada recomienda una combinación de la dieta mediterránea con la dieta DASH. “Esto incluye frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutas secas, pescado; en menor cantidad aceite de oliva, carnes rojas, lácteos y vino tinto. Este tipo de alimentación es baja en sodio, harinas, dulces, grasas saturadas, grasas totales y colesterol. Es alta en fibra y minerales como el calcio, magnesio y potasio”.

VIAEl Diario.AR