Por una actualización de la base imponible, a partir del 1 de diciembre el impuesto al “lujo” para los autos alcanzará a los modelos cuyo precio de venta sea de más de aproximadamente $ 3.430.000.
Desde ese mes, los 0 km por arriba de ese valor estarán gravados con la primera escala de los Impuestos Internos, que equivale a una alícuota de 20%. El nuevo cuadro impositivo tendrá vigencia hasta fin de febrero.
Esto se debe a que el monto que se toma para el cálculo impositivo pasará de los $ 2.216.000, que rige en la actualidad, a un valor de salida de fábrica o distribuidor de $ 2.411.004. Un ajuste de 8,79%, correspondiente al aumento de los precios mayoristas de los vehículos en el trimestre (SIPM) de julio, agosto y septiembre. A este valor imponible hay que sumarle el pago del 21% de IVA más el margen de comisión de la red comercial de 15%.
Debido a las distintas formas de computar el gravamen y a la posibilidad de que se resigne ese margen, no hay un precio al público único, pero el valor de referencia ronda los $ 3.430.000. Hasta fin de noviembre, los modelos que deben pagar son los que se ubican por arriba de $ 3.120.000.
Por la forma de cálculo de Internos, una alícuota de 20% equivale a una suba de precio de alrededor de 25%, lo que hace que los modelos que sean afectados queden fuera del mercado. Es por eso que las marcas tienden a mantener los 0 km que ronden ese precio justo por debajo de ese tope para evitar que tributen el recargo fiscal.
La publicación Argentina Auto Blog, vocero informal de la industria, ya señaló que esos impuestos internos fueron utilizados por los diferentes Gobiernos con el objetivo de desalentar la importación de autos (para intentar frenar la salida de dólares) y proteger a la industria nacional. Pero ya hay varios modelos nacionales afectados por este tributo, como las Toyota SW4 y VW Taos.