El Ministerio de Desarrollo Productivo está enfocado en desarrollar sectores con salida exportadora. En los próximos días anunciará un plan estratégico para el desarrollo minero, que busca atraer inversiones por u$s 25 mil millones en minería. El razonamiento detrás del proyecto es que, compartiendo la misma cordillera, Chile tiene exportaciones anuales de minería por u$s 42 mil millones, DIECISEIS veces más que Argentina.
La semana pasada, el Gobierno anunció que la empresa minera canadiense Lundin realizará una mega inversión de u$s 4.200 millones para producir cobre, y en menor medida oro y plata, en la provincia de San Juan, generará 2.500 empleos y u$s 1.700 millones en exportaciones anuales.
Tras el cierre de la minera Alumbrera, Argentina dejó de exportar cobre, mientras que en este mineral, Chile tiene exportaciones por u$s 35 mil millones. Hay otros 5 proyectos de inversión a punto de cerrarse en cobre, siendo un mineral que requiere mega inversiones extranjeras por al menos u$s 2.000 millones.
La demanda por minerales irá en ascenso para mitigar el cambio climático, afirman en la Secretaría de Minería, que encabeza Alberto Hensel. El economista experto en minería Nadav Rajzman, recientemente designado director nacional de promoción minera, escribió sobre sus posibles usos: “La adopción de vehículos eléctricos, baterías de nueva generación y sistemas de almacenamiento, harán que los requerimientos de litio a nivel mundial se multipliquen por cinco”. Además, en el artículo publicado en la revista Misión Productiva, Rajzman agregó: “La creciente electrificación hará crecer la demanda de cobre y otros minerales, siendo que los motores de los vehículos eléctricos requieren cinco veces más cables y uniones a base de plata que los automóviles tradicionales”.
Las exportaciones en minería fueron en 2020 de u$s 2600 millones, explicadas en su mayoría por el oro y la plata, con ventas que cayeron 50% desde el pico de exportaciones en 2013. Las estimaciones de la Secretaría de Minería es que podrían triplicarse para la próxima década, por el aporte que harían el cobre y el litio.
Para que puedan darse efectivamente estas proyecciones es que el Gobierno pondrá en marcha el Plan Estratégico para el Desarrollo Minero (PEDMA), listo desde hace semanas, pero, se afirma, el oficialismo decidió posponerlo durante las elecciones para evitar polémicas con una parte del ambientalismo.
Desde que asumió el actual gobierno hubo anuncios de inversiones por u$s 8.700 millones, y para la próxima década se esperan otros u$s 25 mil millones. Cerca de Hensel consideran que la baja de retenciones al 8% fue uno de los factores que funcionaron como atractivo. Sin embargo, existe una fuerte competencia a nivel internacional por las inversiones, con marcos jurídicos homogéneos, según analizó Rajzman en su trabajo.
A la competencia internacional, se suman los problemas locales, según analizó Matías Baglietto, miembro de la Cámara Argentina de Proveedores Mineros (CAPMIN) “Las empresas miran el riesgo país a la hora de invertir, poder sacar la plata de la inversión para el repago de deudas, la parte impositiva, dado que son inversiones de mínimo 10 años, por lo que requieren estabilidad fiscal, y la facilidad para poder importar insumos, cuatro puntos en los que el país está complicado”, describió. Por este motivo, el mercado espera que el Plan Minero ratificará la estabilidad fiscal y la facilidad en el acceso al mercado de cambios.
Baglietto dijo que hay que trabajar lo máximo posible en un punto: desarrollar la cadena de valor. “En la tonelada que se exporte, los empresarios argentinos tienen que participar lo máximo posible, para que quede valor agregado”.