Sobre el papel que puede tener Argentina, y sus fuentes de energía disponibles en la inevitable transición energética, y el estado del sector, Nicolás Malinovsky, director del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECyT), expone:
“El estado actual es prometedor, entendiéndolo en un contexto mundial donde la energía está tomando un papel fundamental.
Se plantea una transición energética y Argentina cuenta con recursos para llevarla adelante en la matriz que el país necesite.
Tenemos que construir nuestra matriz, algo que ya supimos hacer. Hoy el gas vuelve a ser un recurso fundamental. Y a eso se suman las energías renovables, que hay que desarrollar el clúster productivo nacional. Y tenemos el rol de la energía nuclear, que no emite gases de efecto invernadero y donde Argentina cuenta con trayectoria en la producción de energía eléctrica con esa fuente”.
Al hacer mención a la oportunidad que representa la energía nuclear en el camino a la descarbonización, Malinovsky señala: “La energía nuclear representa el 10% de la generación de energía eléctrica a nivel mundial. En Argentina es el 7,5%.
En el conjunto, si vamos a un mundo descarbonizado, tenemos que tener en cuenta que las alternativas que nuestro país usa para obtener energía en forma constante son el gas, los hidrocarburos, que sí emiten gases de invernadero- la hidroelectricidad y la energía nuclear: porque las renovables generan energía, pero son intermitentes.
Ahí Argentina tiene que ver cuál es la mejor matriz, o la que puede llegar a alcanzar, y la energía nuclear va a cumplir un rol fundamental. Se puede incorporar más generación de energía nuclear, teniendo en cuenta el entramado científico y productivo que se genera alrededor”.
“Hay que entender las transiciones energéticas en torno a los cambios productivos en la historia. Ahora pasamos de los hidrocarburos hacia las renovables, en un cambio que fue profundizado por la pandemia. Cambian los modelos productivos, el modo de vida. El consumo residencial aumentó porque cambió el patrón productivo. Entendiendo eso, cómo se posiciona la cuestión energética, hay que ver cuál va a ser la ventana de oportunidad que tome Argentina para generar un negocio para el entramado productivo argentino. Pero también tenemos que ser inteligentes en la cuestión ambiental, ecológica. La energía también viene a ser una oportunidad para generar fuentes de trabajo”, concluyó Malinovsky.