El autor de esta columna de opinión es Rodolfo Tarraubella, presidente de Fundación EcoConciencia y director ejecutivo de CIFAL Argentina. Reproducimos el contenido porque creemos que está en lo cierto.
«La provincia de Chubut repite los mismos errores que cometió Mendoza el 30 de diciembre de 2019 cuando derogó la ley 7.722 para permitir la producción minera, sin haber hecho un trabajo territorial previo. Se sucedieron entonces en la provincia reclamos y protestas que llegaron a sumar 50.000 personas en una marcha que reclamaban la derogación de la ley. Finalmente, el gobernador Rodolfo Suárez, decidió solicitar a la legislatura dar marcha atrás con la norma.
Recordando a Gabriel García Márquez en “Crónica de una muerte anunciada”, donde a Santiago Nasar se le anuncia que va a ser asesinado a las 7 de la mañana y la gente del pueblo, a las 6 a.m. ya lo daba por muerto; en este caso, en Chubut, cuando se hizo la norma, ya se sabía todo lo que iba a ocurrir: que iba a haber revueltas, protestas, movilizaciones, y que finalmente se iba a dar marcha atrás. Sin que los acontecimientos de la 7.722 en Mendoza hayan dejado aprendizaje alguno. Y ocurrió lo anunciado…
Casi en un calco de la experiencia anterior, y como jugando a las escondidas, la legislatura de Chubut emitió una norma habilitando la zonificación minera, sin realizar un trabajo territorial profundo, tanto de información como emocional (el mismo error de Mendoza). Hay que entender, que sin trabajar previamente la empatía emocional, la gente no va a buscar la verdad, sino que se va a proteger en sus creencias. ¿Y la verdad? De eso no se habla.
No estamos diciendo que deba llevarse a cabo el proyecto minero Navidad (uno de los yacimientos de plata más importantes del mundo), estamos diciendo, que antes de tomar una decisión en base a las creencias o a las emociones, una disposición que conlleva al futuro de la provincia y que impacta fuertemente también en la Nación, debe decidirse en función de razones y verdades científicas, y no de emociones. No debemos solamente preguntarnos sobre Minería Sí o Minería No, debemos preguntarnos ¿Minería?… ¿Cómo?
Tampoco el plebiscito que anuncia el gobernador es solución
El plebiscito es jabón, jabón para lavarse las manos ante tamaño error. Nadie se ha preguntado sobre el proyecto minero ¿De dónde se va a obtener el agua? ¿Qué tecnología se va a utilizar en el proceso de extracción? ¿Qué tipo de dique de colas se va a utilizar? ¿Qué tecnología para eficiencia en el uso de agua se tomará? ¿Qué compromisos climáticos asumirá la minera? ¿Qué compromisos con la inclusión social, de género, de pueblos originarios se han impuesto para la selección de personal? ¿Qué compromisos para el Desarrollo local Sustentable? ¿Cuál será el impacto positivo del proyecto? Estos son varios de los múltiples interrogantes que deben trabajarse antes de avanzar con una decisión.
¿Qué va a votar la gente en un plebiscito? Otra vez en base a sus creencias, sino existe un trabajo territorial de información y gestión de la emoción profunda. Porque la gente se manifiesta por la emoción. Porque es más heroico, es más cool, porque la verdad queda opacada por la tribu. Y la tribu es más importante que la verdad. Y porque el relato se traga a la verdad. ¿Y la verdad? Yace escondida, aguardando a que pregunten por ella.»