Esta foto fue tomada al atardecer del viernes, a 70 kilómetros de la Capital Federal. El humo crea un efecto que a muchos les parecerá hermoso, pero a nadie le hace bien a los pulmones.
En la Ciudad de Buenos Aires se vivió un extraño atardecer «anaranjado». La causa fue que el humo proveniente de la quema de pastizales en el delta del Paraná y en otra zonas del litoral, en medio de la ola de calor, tiñó al cielo de ese color.
Ante la ola de calor que supera los 40 grados y la sequía que se está registrando, las lluvias que empezaron a caer a partir de la noche de ayer darán un respiro con los incendios que se vienen produciendo en distintos puntos de la zona central del país.
Como anticipamos ayer, las lluvias llegaron. Pero no alcanzarán a apagar los incendios, si no lo decidimos en serio.