El gobierno lanzó un fideicomiso para moderar los aumentos en el precio del trigo.

Cuando el trigo se ubica en su máximo precio en 14 años por la guerra entre Rusia y Ucrania y los panaderos alertar que la bolsa de harina de 25 kilos subió de $1100 a $1700 en una semana, el Gobierno crea un fideicomiso para desacoplar los precios del trigo en el mercado interno.

Porque el debate por la contención de los precios de los alimentos en el mercado interno, como el pan y la carne, va a ser central durante todo el año, ante lo que sucede en el escenario internacional.

El trigo alcanzó el miércoles los u$s 388 por tonelada en el mercado de Chicago, con una variación diaria de 20,85 dólares, un 5,66% en el contrato a marzo, el más operado actualmente. Y la harina aumentó 70% en 5 días en Argentina.

«Ante la necesidad de proteger el mercado interno y el requerimiento de la industria de contar con una herramienta que permita generar certidumbre y eliminar la volatilidad de los precios de la harina y el trigo, el Gobierno Nacional acordó la creación de un fideicomiso que contempla volcar al mercado doméstico 800 mil toneladas de trigo», expresó el comunicado oficial.

El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, acompañado por el subsecretario de Políticas para el Mercado Interno, Antonio Mezmezian, y el subsecretario de Agricultura del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Delfo Buchaillot, acordaron junto a autoridades del sector del trigo y molinos, la implementación del fideicomiso.

«Esta herramienta permite garantizar abastecimiento y precio de alimentos básicos como son los fideos secos y harina 000, y desacoplar precios para proteger el consumo de las argentinas y los argentinos en un contexto global de conflicto bélico, potencial escasez de productos e interrupción de la cadena de suministro, y con el precio internacional del trigo alto y sostenido».

La reacción de las entidades que representan a los productores fue negativa. Los integrantes de la Mesa de Enlace rechazan la creación de un fideicomiso para el maíz, como el que ya se aplica con el girasol.

Los dirigentes ruralistas consultados definen al fideicomiso como un fondo compensador. «Hay alguien que pone plata, otro que administra y, un tercero que recibe», dicen, pero sostienen que ellos no quieren ni colocar dinero, ni administrarlo, ni recibirlo.

«Insertemos a nivel internacional la mayoría de producción que se puede y, del incremento del ingreso del Gobierno tanto por retenciones a buenos volúmenes de exportación, como por la mejora de precios internacionales, que va a ser del orden de u$s 2400 millones, se saque para quitarle impuestos como el IVA a ciertos productos», propone Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA).

Y agregó que con las retenciones del 12% y los tipos de cambio diferenciales, el trigo ya tiene un desacople respecto al precio internacional.

En línea con Achetoni, el presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, detalló que el Gobierno debería «tomar una parte de esa cantidad de plata extra impensada hace seis meses para disminuir la incidencia en los alimentos, lo puede hacer de mil maneras distintas: sacándole el IVA a determinados productos, como no cobrándole el consumo de energía eléctrica a determinadas industrias».

Para el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, estas situaciones las paga el productor: «porque ese fideicomiso se transfiere a precio, que lo termina recibiendo el productor, el único eslabón que no puede transferir y ajustar ninguna de esas situaciones porque es el más vulnerable».