La fórmula de la vacuna rusa aún no fue autorizada por la OMS.
Las personas que recibieron la vacuna diseñada por el Centro Gamaleya podrán acceder a una cuarta dosis (de una vacuna autorizada por la OMS) si justifican la necesidad del viaje. La decisión se toma porque Argentina cuenta con el stock suficiente.
La ministra de Salud Carla Vizzotti anunció que aquellas personas que tengan que viajar al exterior y recibieron dos dosis de Sputnik como esquema inicial más un refuerzo con una dosis de otra plataforma vacunal, podrán acceder a la cuarta dosis. Esta decisión habilita a quienes se encuentran dentro de este grupo a viajar a naciones que no aceptan la tecnología rusa por no haber sido autorizada por la OMS.
Los requisitos serán presentar el pasaje y cumplir con los intervalos mínimos entre dosis. También tendrán que firmar un consentimiento informado para dejar constancia de que se trata de una decisión personal y no de una recomendación sanitaria.
En una entrevista radial, Vizzotti apuntó que “la gente no tiene la culpa por la decisión de países de no aprobar una vacuna que tiene probada la eficacia, efectividad y seguridad”, en referencia a la sustancia rusa.
A la fecha, las plataformas autorizadas por la OMS son Pfizer/BioNTech, AstraZeneca/Oxford, Janssen, Moderna, Sinopharm, Sinovac, Bharat y Novavax.
A partir de esta decisión, aquellas personas que hayan recibido dos dosis de Sputnik V, (habitualmente la 3° es de otra plataforma) podrían tener el esquema completo con vacunas que fueron desarrolladas en otros laboratorios y contar con la documentación que les habilite a ingresar a los destinos que deseen.
La decisión es personal y no se trata de una recomendación de la cartera sanitaria. Al momento, quienes reciben la cuarta dosis son aquellos individuos inmunocomprometidos o mayores de 50 años inoculados con Sinopharm. Argentina puede optar por esta decisión porque posee stock de vacunas. Aunque se distribuyeron cerca de 103 millones de dosis, el país aplicó 95 millones y donó más de cinco millones.
Cabe destacar que, pese a las investigaciones (de seguridad y eficacia) realizadas y difundidas en prestigiosas revistas académicas, la vacuna diseñada por el Centro Gamaleya aún no fue autorizada por la Organización Mundial de la Salud. La OMS se encuentra en la última fase de análisis, pero aún no ha dado el visto bueno definitivo. La guerra entre Rusia y Ucrania, asimismo, podría demorar la certificación.
“Nosotros estamos en contacto con la OMS y el avance que se logró fue enorme, el Instituto Gamaleya y la Federación Rusa presentaron más 800 documentos, y estaba programada la visita de inspección y justo sucede la situación relacionada a la guerra y se posterga”, expresó Vizzotti al respecto.