Para frenar la escalada inflacionaria y evitar una mayor licuación salarial, varios ministros del gabinete económico, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la CGT acordaron adelantar las paritarias de los convenios salariales que aún no vencieron o que estén en negociaciones y resolvieron la implementación de una “canasta de primera necesidad” de entre 50 y 60 productos.
En el encuentro, que se realizó en el Ministerio de Economía, estuvieron presentes los mismos actores que sellaron un consenso por escrito la semana pasada: el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán; sus pares de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Claudio Moroni; el presidente de la entidad fabril, Daniel Funes de Rioja, y sus contrapartes de la CGT, Héctor Daer, Carlos Acuña y Andrés Rodríguez. También estuvo presente Pablo Moyano, el jefe de Camioneros.
El objetivo explícito del gobierno nacional es “anclar las expectativas y mejorar el poder adquisitivo”. El pedido de anticipar las paritarias lo puso sobre la mesa la central obrera y los industriales ratificaron “que la fijación de los salarios mediante la negociación colectiva es la herramienta adecuada para lograr el incremento de las remuneraciones”. Así, quedó descartada la posibilidad de avanzar con bono para los trabajadores, una de las opciones que se discutió en los dos encuentros anteriores.
El otro punto intenta atacar los incrementos sobre los alimentos, que en marzo tuvieron un salto inflacionario que encendió todas las alarmas. Fue así que se resolvió, de manera complementaria a las canastas de Precios Cuidados, la implementación de una canasta de primera necesidad integrada por entre 50 y 60 productos, que “tengan un precio claro en los diferentes formatos de comercialización”. Según se informó, la lista de productos se conocerá en 72 horas.
Fuentes oficiales afirmaron que no fue invitado el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti. El economista participaba previamente en esa mesa de discusión por la suba de precios coordinada por Guzmán, pero quedó afuera en el marco de la tirantez creciente en el Frente de Todos tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Los ministros llevaron dos propuestas con un objetivo primordial: que los salarios no pierdan con los precios en las próximas semanas en la que el Gobierno descuenta malas noticias para todos. De hecho, el 13 de abril se espera que el Indec difunda el dato de inflación de marzo, que según dicen en el Gobierno y confirman privados, rondará el 6%. Pese a que este mes esperan una desaceleración, será todavía en niveles muy elevados. Varias consultoras esperan que este año, la inflación cierre en torno al 60%, por arriba del techo (48%) fijado en el programa cerrado con el Fondo.
En el oficialismo descuentan que esas medidas de contención sólo pueden tener éxito si pueden lograr anclar expectativas del sector privado en el marco del acuerdo con el FMI, que prevé una reducción del déficit fiscal, menor emisión monetaria y tasas de interés reales positivas.
En el Gobierno esperan sumar en el futuro a la mesa a los supermercados, la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y a la Mesa de Enlace que representa a los productores del campo. Este último es un trabajo para el ministro de Agricultura Julián Domínguez.
“Esto sirve para bajar expectativas y para demostrar la voluntad que existe en todos los sectores de que el proceso inflacionario no se espiralice”, dijo Funes de Rioja, que afirmó que el impacto real se verá con el acuerdo en marcha.
Sobre las paritarias, señaló que hay muchos convenios que se están negociando en este momento. “Si hay un descalce o atraso, nosotros no lo vemos en términos generales en la industria, y no están en tratativas o no se les vence la negociación colectiva, se adelanta la paritaria. Esto es, nos sentamos a negociar de nuevo”.
Sobre la canasta “nueva” del Gobierno, Funes de Rioja afirmó que será la misma que ya estaba negociando Feletti con los comercios de proximidad –que se lanzaría el jueves con la renovación de Precios Cuidados- y que se trabajó empresa por empresa.
En la CGT, en tanto, habían anticipado que no irían por un bono generalizado. “Lo que queremos es adelantar las paritarias lo más que se pueda. Cada sector sabe hasta dónde se puede avanzar y cada sindicato conoce bien cada sector”, contaron en esa entidad.
Finalmente, con el triunvirato de la CGT sentado en la mesa, lo que ocurrió por primera vez desde que comenzaron las negociaciones, lograron imponer esa meta.