El pianista tucumano Miguel Ángel Estrella, ex embajador argentino ante la Unesco e incansable luchador por la paz y los derechos humanos, falleció a los 81 años en Francia.
La confirmación de su muerte llegó a través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter por la representación nacional ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. “La Delegación Argentina ante la Unesco lamenta anunciar el fallecimiento de Miguel Ángel Estrella, quien fue embajador de Argentina ante la Unesco y embajador de Buena Voluntad de la Unesco, pianista y fundador de la ONG Música Esperanza”.
El artista nacido en la provincia de Tucumán había iniciado su carrera a los 12 años y completó sus estudios en París, donde se desempañó como representante del organismo internacional.
Estrella también fue premiado en el cambio de milenio por ACNUR, la entidad de protección a refugiados de la ONU. El músico destacó como impulsor de la fundación Música Esperanza, ONG que creó en los años 80 cuando salió de la cárcel, y de La Orquesta para la Paz, en la que combinó la expresión cultural con el reclamo por los derechos humanos.
El artista también fue el promotor del programa La voz de los sin voz, surgido en 2005 y dedicado a los pobres del Mercosur, protagonizado por campesinos e indígenas talentosos que se juntan y hacen música. “Es maravilloso que la Argentina tenga a Maradona y a Martha Argerich, pero también es bueno que se sepa que también existe este sector de gente que muestra una cultura ancestral, que emerge de una historia, de una raíz, que es lo contrario al marketing”, decía el pianista en una entrevista, en 2008.
Con un promedio de cien conciertos anuales, la mitad de los cuales eran dedicados a programas de solidaridad, Estrella también colaboró con las Madres de Plaza de Mayo en la creación de una escuela popular de música, con la carrera de músico social, y un taller experimental para niños maltratados.
“Hay que inventar un nuevo humanismo en el siglo XXI”, decía Estrella. “La mayoría de los políticos de hoy no tienen tiempo para lo que los griegos llamaban contemplación, pero no del cielo estrellado o el bello mar, sino para contemplar la sociedad y sentir el pulso de esa sociedad, con sus frustraciones y sus esperanzas”.
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De origen libanés, Estrella también impulsó la presencia de Argentina en la Orquesta para la Paz que él mismo dirigió y que formaronpor cristianos, judíos y musulmanes, “los hijos de Abraham”, como él decía. Se trata de una experiencia similar a la de la más conocida Orquesta West Eastern Divan creada por Daniel Barenboim, otro exitoso argentino pero de origen judío. “A veces nos quieren enfrentar con Barenboim porque las únicas dos orquestas multiculturales del mundo son de dos argentinos –comentó Estrella–, pero yo siempre digo que ojalá hubiera mil orquestas así”, afirmaba.
Un documental sobre su figura
El concertista de fama internacional también ha sido el protagonista del film El piano mudo, donde es encarnado por el actor Sebastián Blanco Leis. El director Jorge Zuhair Jury supo captar la emoción de la vida del artista, desde su nacimiento en Vinará, un pequeño y pobre pueblo ubicado al norte de Tucumán, hasta su triunfo artístico mundial, pasando por su persecución política en la Argentina y por su detención y tortura en Uruguay, donde había buscado refugio luego de su exilio.
El documental retrata al artista en un rústico camión que traslada su piano por zonas desérticas, alfabetizando y brindando conciertos en cárceles, escuelas y hospitales en épocas del Plan Cóndor. Una música de gran valor melódico y una fotografía de logradas tonalidades apoyan esta historia audiovisual que de la realidad salta a la pantalla grande y descubre en Miguel Ángel Estrella a un músico que fue, además, un ejemplo de valentía en medio del terror vivido en los años de la dictadura.
Más arriba está un video donde toca los Estudios y Preludios de Chopin. Aquí, interpreta Chakay Manta. Abarcaba lo universal y lo nuestro.