Un estudio de finanzas sostenibles elaborado por una consultora local revela alternativas de inversiones en energías renovables en las provincias del Norte Argentino por más de u$s 230 millones. Curiosamente, fue presentado recientemente en la embajada británica.
El trabajo despertó mucho interés de los más de 40 invitados. Los proyectos de inversión están destinados a «financiar la introducción de tecnologías menos contaminantes y más eficientes energéticamente, la instalación de sistemas de generación con fuentes renovables, la dotación de maquinarias y procesos que permitan reaprovechamiento de residuos, y también la certificación de la cadena productiva de sectores críticos, como el forestal y el agrícola».
La propuesta de la firma SMS – San Martín, Suarez y Asociados, que posee 60 oficinas en 21 países y una plantilla de 2.000 profesionales, busca que los bancos, como actores locales clave del sistema financiero, integren la sostenibilidad como una oportunidad en sus estrategias comerciales y financieras, y contribuyan a largo plazo al financiamiento de modelos productivos que ayuden a enfrentar los desafíos del cambio climático.
Durante la presentación estuvieron el Banco Nación, Banco Macro y Banco Formosa, pero la consultora señala que hay más entidades interesadas.
Según la investigación el mapeo de SMS reveló que el monto acumulado de potenciales inversiones en energías renovables llega a u$s231 millones en seis provincias, con un promedio de u$s38,5 millones por cada una.
El paper identificó oportunidades desde US$ 1.000 para la compra e instalación de termotanques solares hasta la construcción y explotación de una planta fotovoltaica conectada a red SADI por u$s20 millones y un plazo de recupero de 36 meses.
También se destacaron otras iniciativas como la adquisición de sistemas fotovoltaicos para extracción de agua para riego por u$s 10.000, el desarrollo de soluciones con fuentes de energías renovables para los municipios norteños en alumbrado, edificios públicos o servicios públicos por u$s25.000 y un proyecto de generación de energía en aserraderos a partir de los residuos forestales, para autoconsumo e inyección a la red, por u$s300.000.