Los datos de cualquier smartphone en el mundo son vulnerables si está infectado con Pegasus. Un escándalo de espionaje en las altas esferas en España volvió a traer a la actualidad el tema.
La herramienta de vigilancia Pegasus, de la empresa israelí NSO, es un éxito mundial de ventas porque permite espiar en directo teléfonos inteligentes y computadoras. Un equipo de investigación internacional informó por primera vez de la dimensión del espionaje mundial el 18 de julio de 2021.
Se dice que entre los clientes se encuentran organismos gubernamentales de Alemania que quieren utilizar el software de espionaje para localizar a presuntos terroristas y otros delincuentes. Sobre si la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA) o el Servicio Federal de Inteligencia (BND), responsable del exterior, utilizan Pegasus como un llamado «troyano estatal», no hay ni una confirmación oficial ni un desmentido, incluso un año después de las revelaciones.
El gobierno alemán también se ha negado a proporcionar información específica a Martina Renner (del partido La Izquierda), miembro del Bundestag, y a su grupo parlamentario durante un año. La razón que se aduce a menudo es que la información «afecta en gran medida al bienestar del Estado en un grado especialmente elevado».
Entre otras cosas, Pegasus puede utilizarse para controlar la cámara de un portátil o encender el micrófono de un teléfono móvil, describe la parlamentaria sobre las características importantes del software espía. El partido de La Izquierda está convencido de que este instrumento es utilizado por las autoridades de seguridad alemanas.
La ONG Reporteros sin Fronteras también cree que Pegasus ha sido adquirido por Alemania. Helene Hahn, experta en libertad de Internet, considera que el comportamiento del actual gobierno federal es «poco democrático». El Parlamento no puede cumplir su función de control si el Ministerio Federal del Interior no quiere facilitar información sobre «si la policía y los servicios secretos utilizan Pegasus y otros programas informáticos de vigilancia, y en qué medida», afirma.
Pegasus y el asesinato de Jamal Khashoggi
Según Reporteros sin Fronteras, la falta de transparencia socava la credibilidad de Alemania. Las revelaciones han demostrado «que estos programas de vigilancia violan de forma fehaciente los derechos humanos y hacen que los afectados corran un peligro mortal en todo el mundo».
El ejemplo más extremo es el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en 2018. Muchos indicios apuntan a que Pegasus se utilizó para espiar el entorno de la víctima al planear el crimen. Helene Hahn también menciona el supuesto uso del software de espionaje en países de la Unión Europea (UE). Se acusa a Hungría y Polonia de utilizar esta herramienta de vigilancia para espiar a periodistas y miembros de la oposición.