Guyana -hasta 1966, la Guayana Británica, situada entre Venezuela y Brasil- se encamina a transformarse en uno de los países líderes en producción de petróleo offshore. Ya produce más de 300.000 barriles diarios, y podría superar el millón de barriles por día para el 2030. Pese a contar con una geología diferente, el desarrollo offshore en Guyana podría transformarse en una referencia para la producción offshore en Argentina.
Los beneficios económicos de la explotación offshore ya se sienten en las arcas gubernamentales. En una investigación reciente, la consultora noruega Rystad Energy pronostica que el gobierno recaudará este año más de 1.000 millones de dólares por la producción doméstica, en una economía cuyo PBI en 2021 se ubicó en el orden de los US$ 7.400 millones, según el Banco Mundial.
El cálculo surge de los ingresos generados por las licencias de explotación, en forma de regalías, participación en las ganancias e impuestos.
La consultora Rystad proyecta que esos ingresos treparán a US$ 4200 millones por año para el 2025 y US$ 7500 millones anuales para el 2030. “La reciente ola de prolíficos descubrimientos y el ritmo constante de Decisiones Finales de Inversión posicionan al gobierno de Guyana para cosechar las recompensas de estos hallazgos con ingresos acumulados por un total de US$ 157.000 millones para el 2040”, afirmó la consultora.
La producción petrolera transformó a Guyana en la economía que más esta creciendo en el planeta. El Banco Mundial corrigió sustancialmente la proyección de crecimiento del PBI guyano para este año, pasando de 27 a 49% de crecimiento proyectado del PBI en 2022.
Descubrimientos y producción
La historia de la producción petrolera en Guyana es muy reciente. Luego de varias décadas de exploraciones fallidas en sus costas por parte de distintas emrpesas, ExxonMobil perforó con éxito un primer pozo en el bloque Stabroek en 2015. Desde ese año, el país caribeño encabeza la lista de los países en los que más petróleo y recursos offshore fueron descubrieron.
ExxonMobil lleva realizados hasta ahora 25 descubrimientos de petróleo en Stabroek. De hecho, anunció esta semana que realizó otros dos descubrimientos, totalizando siete en lo que va del 2022. Los recursos recuperables en Stabroek trepan a 11.000 millones de barriles de petróleo.
La compañía informó que ya se encuentra produciendo más de 340.000 bpd con la ayuda de dos unidades flotantes (FPSO): Liza Destiny y Liza Unity. La producción en Guyana ya representa más del 6% de la producción mundial de Exxon y seguirá creciendo. Un tercer buque con una capacidad de producción de 220.000 bpd comenzaría a operar a fines de este año y un cuarto buque con una capacidad de 250.000 bpd entraría en funcionamiento en 2025.
Rystad pronostica que la producción offshore llegará a 1,7 millones de barriles diarios en 2035, transformando al país en el cuarto productor mundial offshore, superando a países como Estados Unidos, México y Noruega.
Ventajas y desventajas
Son dos los factores que vuelven atractivo al offshore en el país caribeño según Rystad: un breakeven bajo y una producción con una intensidad de emisiones por debajo del promedio en la industria. Estos factores equilibran la alta carga impositiva que la producción tiene en ese país.
La consultora noruega señala que el breakeven promedio es de US$ 28 por barril en todos los proyectos y menos de US$ 20 para proyectos en producción. “Los campos petroleros en alta mar de Guyana son algunas de las fuentes de suministro más competitivas fuera del Medio Oriente y en alta mar en Noruega y son más baratos que el peso pesado onshore de EE. UU., Permian, y que Rusia y muchas otras fuentes”, dice.
Por el lado de las emisiones, la intensidad de la actividad en alta mar en Guyana es inferior al promedio mundial para la producción de petróleo y gas en alta mar en aguas profundas. Las emisiones de las actividades upstream en aguas profundas de Guyana tienen un promedio de 9 kilogramos de CO2 por boe, comparables con las de Brasil y ligeramente superiores a las de Noruega.
En contraste, el régimen fiscal de Guyana se encuentra entre los más elevados para la industria petrolera offshore en el mundo. El gobierno absorbe el 59% del valor total. “Aplicar el régimen fiscal de EE.UU. al bloque Stabroek daría como resultado una participación del gobierno de solo el 40%. Nigeria y Brasil se alinean más con las políticas fiscales de Guyana, con 58% y 61%, respectivamente”, explica la consultora.
Otras problemáticas son los desafíos de gobernanza institucional, transparencia y regulatorios, y los conflictos diplomáticos con Venezuela y Suriname.
¿Una referencia para la Argentina?
A pesar de las diferencias geológicas entre los subsuelos marítimos, la experiencia de Guyana con el offshore en aguas profundas puede transformarse en una referencia para la Argentina si los resultados de exploración en las aguas ultra profundas en la Cuenca Argentina Norte (CAN) resultan positivos.
Para destacar la importancia del potencial del offshore, Ernesto Diaz, vicepresidente para Latinoamérica de Rystad Energy, trazó una comparación entre la evolución de la producción en Guyana y en Vaca Muerta.
“Hay un pronóstico de la provincia de Neuquén que señala que Vaca Muerta puede estar produciendo un millón de barriles para el 2030. Para ese año Guyana va a estar produciendo más de un millón de barriles, probablemente. Los tiempos de desarrollo fueron básicamente muy similares”, comparó Diaz. “La historia de éxito arrancó hace básicamente siete años, así que hay que ver lo que lograron en siete años”, añadió.
Guyana genera interés pese al régimen fiscal. “Por el lado de los ingresos del Estado, los royalties de Guyana no son tan competitivos a nivel mundial y no obstante genera muchísimo interés”, explica Diaz.
“Si Argentina tiene éxito con la exploración en offshore podría replicar fácilmente lo que hizo Guyana y podríamos tener otro Vaca Muerta para sumar al desarrollo económico del país”, concluye.