El festival de cautelares para importadores ha seguido su curso al ritmo de la brecha cambiaria. Desde enero de 2021 hasta mayo de 2022 se aprobaron más de 10.500 medidas cautelares en favor de los solicitantes. La consecuencia fue la salida de unos u$s 1.800 millones de las reservas del Banco Central.
Las empresas beneficiadas son en su mayoría netamente importadoras, no fabrican ni generan empleo en el país y pertenecen a rubros que cuentan con producción nacional. Los sectores que encabezan las solicitudes son: indumentaria, neumáticos y juguetes.
El aluvión importador no trajo estabilización en los precios porque las firmas compran a la cotización del dólar oficial y venden al precio del paralelo. En la industria sospechan que también hay sobrefacturación.
A pesar de las fuertes limitaciones en el acceso al dólar oficial para el pago de insumos importados, el poder judicial sigue habilitando, vía medidas cautelares, el ingreso al tipo de cambio oficial de productos del exterior que podrían fabricarse en el país.
Desde 2021 hasta mayo de este año fueron unas 10.546, según un archivo oficial. La demanda crece a medida que la brecha entre la cotización del dólar mayorista y los paralelos se agranda.
En montos FOB (incluye costo de fletes y otros cargos), se trata de al menos unos u$s 1.800 millones de acuerdo a los casos recopilados. Los sectores que encabezan la lista de aprobaciones son: indumentaria, con un 35% de las cautelares relevadas en 2022, le sigue juguetes con un 15% y neumáticos con un 10%. Luego aparecen, con menor relevancia, categorías como electrónica, artículos de bazar, grifería y muebles.
Operatoria
En la inmensa mayoría de los casos se trata de firmas meramente importadoras que no producen en el país y se dedican a comercializar bienes finales que cuentan con licencias no automáticas, es decir, que deberían atravesar el monitoreo que realizaba el Ministerio de Desarrollo Productivo y ahora el de Economía. Para eludir esos controles, los importadores van a la Justicia y recurren a múltiples sorteos hasta que la demanda llega a tribunales “amigos”.
Según explicaron en el Gobierno, el gran atractivo de esta vía se basa en su escaso costo: “A diferencia de los extensos procesos judiciales que pueden dilatarse por años, las cautelares de importaciones se resuelven en pocos meses. Los honorarios legales se abonan contra resultado y una vez obtenido el mismo, el importador se desentiende del proceso dejando que este se archive sin resolver la cuestión de fondo”.
Advierten que hay maniobras de “forum shopping” y señalan que hay al menos dos juzgados, el número 6 y el 8 , del fuero contencioso administrativo federal que fallan sistemáticamente a favor de los importadores. Este último, a cargo de la jueza Cecilia Gilardi Madariaga de Negre, autora del fallo que dio lugar al insólito mecanismo del alquiler de cautelares.
Del sitio de consulta del Poder Judicial se desprenden casos que resultan llamativos, como el de la empresa BARPLA S.A., que el 22 de diciembre realizó 12 sorteos consecutivos hasta obtener el juzgado 8, donde finalmente presentó su demanda y obtuvo su cautelar. Para graficar la insistencia de los importadores, basta con citar el expediente 1246/2021, donde el juez debió advertir a la firma Caffaro Hnos. SRL que las importaciones sobre las que se solicitaba la medida cautelar ya habían obtenido sentencia desfavorable en otro juzgado.