En una serie de tuits publicados por la la ministra de Salud, repasó la actual situación de la viruela símica en Argentina y dio indicaciones sobre cómo podemos cuidarnos.
La primera aclaración es que la información epidemiológica es siempre dinámica lo que sabemos hoy puede ir modificándose con nueva información que se vaya recopilando en los próximos tiempos.
La viruela del mono es una enfermedad que había estado, hasta ahora, casi totalmente confinada en África. Hoy el virus se expandió y ya alcanza a más de 80 países.
En Argentina, por el momento, tenemos 37 casos confirmados, de los cuales el 70% se enfermó fuera del país. El 100% son varones con una edad promedio de 36 años.
Síntomas
El cuadro suele empezar con fiebre, dolor muscular y aumento del tamaño de los ganglios, pero lo más característico son las lesiones en la piel, que pueden ser pocas y verse de maneras diversas. Aparecen con mayor frecuencia en cara, manos, pies, genitales y ano.
La principal vía de transmisión en este brote es el contacto estrecho durante encuentros sexuales. Una persona puede desarrollar síntomas hasta 21 días después del contacto, y puede transmitir el virus hasta que todas las costras de las lesiones hayan caído.
En general, la viruela símica es una enfermedad leve que se resuelve sola en unas tres semanas, aunque los niños, las niñas, las personas gestantes y quienes tienen las defensas bajas pueden tener cuadros de mayor compromiso.
Todos/as podemos enfermarnos, independientemente de nuestro sexo, género, identidad autopercibida u orientación sexual. En este momento específico del brote, los hombres de mediana edad, en particular aquellos que tienen sexo con hombres, representan la mayoría de los casos.
Prevención de la viruela símica
La principal medida de prevención es evitar el contacto piel a piel o a través de las mucosas (boca, ojos, anogenital) con quienes tienen la infección o tienen síntomas compatibles aunque no tengan diagnóstico confirmado.
Por eso, si tenés viruela símica, evitá las relaciones sexuales y las caricias o besos hasta que todas las costras de las lesiones se hayan caído. Tampoco compartas vasos, ropa, sabanas, toallas, cubiertos, platos, mate.
Si pensás que pudiste haber estado en contacto con algún caso, prestá mucha atención a la aparición de los síntomas y lesiones características para poder actuar de acuerdo con las recomendaciones. Y si las detectás, andá a un centro de salud.
En este video, el médico Tomás Orduna deja cinco claves que ahora conviene saber sobre la infección.