Alemania inauguró este miércoles 24 de agosto una línea ferroviaria que funcionará íntegramente a base de hidrógeno, una «primicia mundial» y un avance para descarbonizar el transporte por ferrocarril, más allá de la dificultad de acceso a esta novedosa tecnología.
Una flota de 14 trenes, vendidos por el grupo francés Alstom a la región de Baja Sajonia, reemplazará las actuales locomotoras de diésel para cubrir los 100 km de la línea que conecta las ciudades de Cuxhaven, Bremerhaven, Bremervörde y Buxtehud, cerca de Hamburgo.
«A cualquier hora del día, los pasajeros harán este trayecto gracias al hidrógeno», dice Stefan Schrank, jefe de proyecto en Alstom, que califica la inauguración de «primicia mundial». Los trenes de hidrógeno son una herramienta para reducir las emisiones de CO₂, y reemplazar el diésel, que sigue alimentando el 20% de los trayectos por ferrocarril en Alemania.
Los trenes de Alstom combinan hidrógeno almacenado a bordo con el oxígeno presente en el aire, gracias a una pila de combustible, que produce la electricidad necesaria para asegurar la tracción del convoy. Solo en Alemania, «entre 2.500 y 3.000 trenes de diésel podrían ser remplazados por trenes de hidrógeno», calcula Schrank.
Uno de los 14 trenes de la flota, junto a la estación de recarga de combustible.