Nucleoeléctrica concluyó la obra del almacenamiento en seco de elementos combustibles en Atucha

Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA-) finalizó la construcción del Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados en la Central Nuclear Atucha I, un proyecto de ingeniería clave para la continuidad de operación de esta instalación que genera energía eléctrica para un millón de personas.

La concreción de este desafío marca un nuevo hito para la empresa y consolida su capacidad para llevar adelante proyectos complejos de ingeniería, tal como hiciera en el pasado con la finalización de la Central Nuclear Atucha II y la extensión de vida de la Central Nuclear Embalse. Asimismo, posiciona una vez más a la industria nuclear argentina como motor de innovación y desarrollo de las capacidades científico-tecnológicas del país.

La nueva instalación funcionará como espacio de almacenamiento para los elementos combustibles de uranio ya utilizados por la Central en el proceso de generación de energía. Completada la construcción del edificio de almacenamiento y terminadas las instalaciones electromecánicas, se inició el pasado 27 de agosto de forma exitosa el traslado de los elementos combustibles hacia el edificio en el cual quedarán alojados.

La obra tuvo una inversión de aproximadamente $ 6.000 millones y generó empleo de calidad para más 200 trabajadores calificados que fueron contratados para realizar la obra, además de generar conocimientos y experiencia en otro centenar de personas pertenecientes al plantel de Nucleoeléctrica Argentina.

Este proyecto fue, a su vez, impulsor de empresas nacionales como CONSULPER, a cargo de terminaciones civiles; RAFA, que realizó el montaje electromecánico; UZWIL, encargada de terminaciones de estructuras metálicas y Tecniark, responsable de ingeniería de tableros. También, ALSINTEC, especialista en ingeniería de procesos y control; CONUAR, a cargo del montaje de componentes de silo; FUEGO RED, responsable del sistema anti incendio y SECIN, la construcción del contendor que traslada los elementos combustibles al silo de almacenamiento.

La obra nació a partir de la necesidad de aumentar la capacidad de almacenamiento de elementos combustibles gastados de la Central Nuclear Atucha I que actualmente se encuentra desarrollando tareas de extensión de su vida útil. Se trata de un edificio nuevo adosado e integrado al edificio existente de la Casa de Piletas de la Planta, en el que se instalaron 316 silos ubicados por debajo del nivel 0,50 m. Esto permite albergar 2.844 elementos combustibles.

Atucha I

La Central Nuclear Atucha I inició su construcción en junio de 1968 y comenzó su operación en 1974, siendo la primera central nuclear de potencia de América Latina. Está ubicada sobre la margen derecha del Río Paraná de las Palmas, a 100 km de la ciudad de Buenos Aires en la localidad de Lima, Partido de Zárate. Actualmente cuenta con una potencia eléctrica bruta de 362 megavatios eléctricos.

Todos sus sistemas de seguridad fueron actualizados y cumplen con las exigencias locales e internacionales. Desde 2008 a la fecha, Nucleoeléctrica se encuentra ejecutando el Proyecto de Extensión de Vida de Atucha I, cuya finalización permitirá extender su operación por veinte años adicionales a plena potencia.

Nucleoeléctrica Argentina

La empresa produce energía eléctrica mediante la operación de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse. La potencia instalada total de sus tres plantas es de 1.763 MW. Además de operar las Plantas y comercializar en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) la energía producida, está a cargo del gerenciamiento de proyectos que aseguren la normal operación de sus instalaciones, así como también de aquellos que tengan por objetivo la eventual construcción de futuras centrales nucleares en territorio nacional.

Sus actividades están sujetas a los más altos estándares de seguridad y se encuentran fiscalizadas a través de rigurosos controles. La energía nuclear contribuye al cuidado del ambiente por su competitividad y reducción de emisiones de CO2. Esta fuente de energía no genera gases ni partículas causantes del efecto invernadero, uno de los principales responsables del cambio climático.

 

Comentario de AgendAR:

Aunque no lo parece, esta obra es clave. NA-SA está tratando de darle 20 años más de vida operativa a Atucha 1. Pero si no se terminaba el almacenamiento de los Elementos Combustibles Gastados, la Autoridad Regulatoria Nuclear, ARN, habría tenido que apagar la central.

Esta situación sucedió o se va a repetir con nuestras otras centrales: se compraron para vidas de 30 años, y parecen bastante capaces de ir sumando modernizaciones y licenciamientos para superar los 60, 80 e incluso más años. Y eso crea falta de espacio para almacenar en seco combustibles gastados y ya térmica -pero no radiológicamente- enfriados.

Bienvenido el problema, en mi opinión.

Daniel E. Arias