Las personas infectadas con la variante Omicron tienen menos probabilidades de propagar el virus si han sido vacunadas o han tenido una infección previa por SARS-CoV-2.
Un estudio en prisiones de EE. UU., que vinculamos al pie de esta nota y aún no ha sido revisado por pares, encontró que la vacunación y la infección previa redujeron la probabilidad de que una persona infecte a sus contactos cercanos, en este caso, compañeros de celda.
Haber tenido ambos fue lo mejor: entre las personas con COVID-19, las que habían sido vacunadas y previamente infectadas tenían un 41 % menos de probabilidades de transmitir el virus que las personas no vacunadas sin una infección previa.
Para acceder al preprint (en inglés) publicado en medRxiv, cliquear aquí.