En una elección mucho más ajustada de lo que vaticinaban las encuestas, el electorado brasileño mostró una clara polarización: Lula logro el 48,43% de los votos, y Bolsonaro, el 43,20%. Se abre un intenso mes de campaña hasta el balotaje del domingo 30, donde las encuestas, después de lo que pasó en este primer turno, no servirán de referencia.
Un 91,63% de los 123.674.383 votos válidos emitidos se dividieron entre los dos candidatos principales. Los otros 6 que se presentaron no mostraron el arrastre suficiente para que sus apoyos resulten decisivos. Así, este mes se transformará en un duelo personal entre el ex presidente Lula y el actual presidente Bolsonaro.
El Tribunal Supremo Electoral informó en su página de los resultados, a medida que avanzaba el escrutinio. A pesar de las sospechas sobre el voto electrónico que Bolsonaro había planteado previamente, no hubo cuestionamientos y la elección y la información de los resultados transcurrieron sin incidentes.
El promedio de todas las encuestas de las empresas de opinión pública más conocidas de Brasil, que publicamos ayer, se acercó bastante al porcentaje de votos que obtuvo Lula, pero le daban a Bolsonaro bastante menos de los que finalmente consiguió.
Llamativamente, algo similar sucedió en San Pablo, el corazón industrial de Brasil: Tarcísio de Freitas (aliado de Bolsonaro) y Fernando Haddad (del PT), disputarán la segunda vuelta para gobernador. En este caso, las encuestas le daban una considerable ventaja a Haddad, pero Tarcísio quedó primero en el escrutinio.