Adrián Alejandro Ruiz, Jefe del Departamento de Tecnología del Hormigón del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, habla sobre la construcción del Reactor Nuclear CAREM y la participación del INTI en la tarea.
«-¿Qué significa la construcción de este reactor para la Argentina?
La construcción de este reactor confirma la capacidad del país para desarrollar y construir centrales nucleares. Así, mejoran las posibilidades de acercar la energía a centros urbanos alejados y, por lo tanto, se disminuye el transporte de energía.
A la vez, de esta manera, se puede ampliar la generación energética mediante la instalación de otro módulo en función del aumento de la demanda, ya sea por aumento en la población o en el requerimiento de las industrias.
-¿Puede explicarnos qué es el Carem?
El CAREM es el primer reactor nuclear modular diseñado y construido íntegramente en la Argentina por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Se trata de un reactor cuyas instalaciones asociadas se encuentran encapsuladas en un mismo espacio, y de ese modo se minimizan riesgos en caso de eventuales fugas de energía del núcleo. Ello supone múltiples barreras de prevención, que darían tiempo suficiente para tomar medidas de protección.
La CNEA es el generador del proyecto y Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA) es la empresa gerenciadora que subcontrata al INTI y demás empresas que intervienen en la construcción.
-¿Este proyecto en particular, puede ser el primer paso para este tipo de energía en la Argentina?
La energía nuclear está presente en la Argentina desde hace muchísimos años, y es de público conocimiento que hay capacidades de desarrollo, exportación e investigación en temas como la medicina nuclear y la provisión de energía.
En particular este proyecto mejoraría la matriz energética, ya que son reactores que se pueden construir en forma relativamente más rápida que otro tipo de centrales nucleares de mayor magnitud.
-¿Cuál sería la proyección del Carem y la del INTI de acá a futuro?
El rol del INTI consiste en la asistencia técnica en la construcción de la infraestructura civil que albergará al reactor, a través de la operación de un laboratorio a pie de obra, para hacer el control de calidad de los materiales (agregados, aditivos, suelos, acero, hormigón fresco y endurecido, morteros de alta prestación, etc.). El INTI debió instalar personal permanente para las tareas continuas in situ y temporario para cubrir los aspectos de medio ambiente, higiene y seguridad, calibraciones y verificaciones, ensayos externos y a su vez la implementación de un sistema de gestión según la norma ISO 17025 para el laboratorio de control, que es auditado periódicamente.
Debemos diferenciar la construcción de la obra civil de la construcción del reactor y sus instalaciones anexas y que las competencias de CNEA, NASA e INTI se encuentran perfectamente delimitadas. En el INTI seguiremos apoyando estas iniciativas, y esperamos estar en los próximos proyectos aportando nuestra experiencia y conocimiento en el país y en el mundo.
-¿Cuándo cree que terminará de construirse y cuándo estará activo?
Es difícil asegurar una fecha desde el ámbito que compete al INTI ya que nuestra actuación acompaña las actividades de las empresas subcontratadas para la construcción, que a su vez está sometida a la inspección tanto de NASA como de CNEA para dar el consentimiento para el avance. Se trata de una estructura muy compleja y con múltiples proveedores y actores.
El contrato INTI-NASA es de 30 meses por el momento.»