Se trata de un diseño muy similar al del billete falso de $5.000 que daba vueltas en las redes en el año 2020, otro momento en el que se sintió fuertemente la presión de los bancos y otro sectores económicos para que salieran papeles de mayor denominación a la calle. «Eso corrobora que el Gobierno viene trabajando desde hace tiempo en este modelo de billete o, por lo menos, ya hace años que tenía definido quiénes serían sus protagonistas«, apunta una fuente del mercado. Sin embargo, ese rumor nunca se había hecho realidad hasta ahora.
Sin dudas, la figura del actual ministro de Economía, Sergio Massa, fue clave para que se pudiera avanzar en este sentido por su diálogo constante con las entidades financieras y otros actores económicos. De hecho, su viceministro, Gabriel Rubinstein, venía insistiendo hace tiempo, aún antes de su llegada al cargo en la necesidad de resolver la problemática para los bancos de la baja nominalidad del billete más grande en la Argentina.
Cabe recordar que, hasta ahora, el papel de mayor denominación es el de $1.000, que por la evolución de la inflación, ha perdido mucho poder adquisitivo y eso trae complicaciones a los bancos, que se quejan de los costos de la logística, los problemas de desgaste de los cajeros y las quejas de los clientes.
Aún no se sabe cuántos billetes de $2.000 saldrán a la calle en la primera «tirada», pero, por el momento, según datos del BCRA al 2 de febrero de este año, hay en circulación 489,2 millones de papeles de $10; 407,3 de $20; los de $50 son 191,4 millones, los de $100 suman 2,055,8 millones en total, los de $500 son 487,7 millones y los de $1.000, 1.346,7 millones. En total, hay 7.993 millones de billetes en la calle.
Aunque el dato oficial es secreto bancario por el momento, por lo que no se puede saber exactamente cuántos habrá en la calle este año, la expectativa en el mercado es «que debería haber para julio entre 200 millones y 300 millones de papeles de $2.000 en una primera etapa y que, hacia fin de año, esa cifra aumente», según una fuente. Esto, teniendo en cuenta que se emiten algo así como 200 millones mensuales de billetes de alta denominación.