El banco Santander enviará en las próximas horas el paquete de información con los principales datos técnico-económicos de Edesur a unas 10 empresas con las que firmó acuerdos de confidencialidad (NDA’s, por sus siglas en inglés) para participar del proceso de venta de la segunda mayor distribuidora eléctrica de la Argentina.
En esa lista figuran el Grupo Werthein, uno de los principales conglomerados económicos del país; el empresario Alejandro Macfarlane, titular de Disvol, la sociedad que controla Camuzzi, una de las más importantes compañías de gas del mercado local; Electromecánica (EMA), uno de los mayores fabricantes de equipos eléctricos; un grupo de empresarios vinculados al sector energético cuyo principal emergente es Osvaldo Sortino; y el Banco Piano, que participa del proceso en representación de un tercero aún desconocido, según testimonios en reserva de actores privados. También se mencionó al Grupo Olmos, liderado por Raúl y Alejandro Olmos, como otro de los actores que manifestó interés por la compañía eléctrica.
“En total, el Santander convocó a unos 10 actores para que vean el infomemo inicial (tal como se conoce el documento con datos básicos de los activos que están a la venta). Luego se conformará una short list con dos o tres candidatos”, explicó uno de ellos. El NDA redactado por el Santander, que fue contratado por la italiana Enel para llevar adelante el proyecto, dice que los interesados tienen un período de siete semanas para formular una oferta en concreto.
Pese a que en algún momento se especuló con que el cambio del top management de Enel en Italia —en mayo Flavio Cattaneo fue designado CEO en reemplazo de Francesco Starace— podría demorar la venta de Edesur, las fuentes consultadas coincidieron en señalar que, siempre que a Enel la conforme alguna de las propuestas que se reciban, la intención es que la transacción esté concretada antes de diciembre de este año.
La gran incógnita es que posición tendrán los accionistas minoritarios, que cuentan con un derecho de preferencia (first refusal) para quedarse con la participación que Enel tiene en Distrilec, la sociedad controlante de Edesur. Se trata, entre otros, de Guillermo Reca, Eduardo Escasany, Guillermo Perez Moore y la familia Miguens Bemberg, todos ellos accionistas de Central Puerto, aunque su presencia en el capital de la distribuidora eléctrica es a título personal. Allegados a Puerto dejan entrever, sin embargo, que los empresarios no quieren operar activos en el segmento de distribución eléctrica por el riesgo reputacional que acarrea. Pero habrá que esperar qué sucede.
Salida de generación
Enel concretó este año la salida del segmento de generación térmica con la venta de dos centrales. Costanera, una de las dos principales usinas de la región del AMBA, que fue adquirida por Central Puerto. Y Dock Sud, que quedó en manos de YPF Luz luego de que la firma controlada por el Estado Nacional ejecutara su derecho de preferencia, desplazando a Central Puerto.
El grupo italiano también posee el complejo hidroeléctrico El Chocón, pero esa concesión finaliza el próximo 11 de agosto y el activo volverá al Estado. La empresa fue otorgada en concesión a partir del 11 de agosto de 1993 por el término de 30 años al consorcio Hidroinvest S.A., controlante con más del 50% de participación, para la generación de energía eléctrica mediante el aprovechamiento de los saltos formados por las obras de El Chocón y Arroyito sobre el río Limay.
ENEL también tiene a la venta las transportistas eléctricas CTM, TESA y Yacylec y la comercializadora ENEL Trading Argentina.