Los tipos de cambio, las tasas de interés y la «formación de activos externos» (a.k.a. «fuga de capitales») no están entre los temas habituales de AgendAR, dedicado a la producción argentina.
Pero estos factores, que deberían ser herramientas de la producción, hoy la estrangulan. Por eso, este sábado decidimos reproducir este comentario que Marcelo Falk hizo ayer en su excelente newsletter, DesPertar.
«No culpes al dólar por apuntarle al cielo: ¿qué otra cosa que una suba sostenida del blue podría surgir de un combo hecho de cepo, altísima inflación, actualización del oficial por encima del IPC –un pedido del FMI–, regulaciones crecientes sobre los tipos de cambio paralelos legales, incertidumbre electoral y expectativas generalizadas de megadevaluación a partir del 10 de diciembre? Así no sorprende el dato: 570 pesos y contando.
La tendencia, encima, encuentra un factor más para pensar que aún hay recorrido alcista: en el último año el blue ha trepado 91%, mientras que la inflación acumulada fue de más de 120%.
La clásica dolarización preelectoral de carteras se también vincula hoy con nuevas regulaciones sobre los tipos de cambio negociados en bolsa, los legales MEP y «contado con liquidación», que igualmente subieron.»
Agregamos el recordatorio que siempre repite AgendAR: El dólar no sube, es el peso que baja.