La propuesta, que resultó una de las ganadoras de la convocatoria a “Proyectos de Redes Federales de Alto Impacto” del Ministerio de Ciencia de la Nación, obtendrá el equivalente en pesos a U$S 250 mil anuales durante cuatro años y se centra específicamente en el estudio del subtipo HER2+ del cáncer de mama desde la perspectiva de la medicina de precisión aplicada a la salud pública.
Una de las metas de REDICAM es confirmar si, efectivamente, las mujeres del norte del país tienen más posibilidades de desarrollar ese tipo de tumor agresivo que otros subtipos, hipótesis que surge de estudios que mostraron tasas más elevadas de casos HER2+ en las poblaciones con mayor proporción de ancestría indígena americana de Colombia y Perú. Si eso fuera así, también se propone analizar cómo mejorar el acceso a las terapias existentes, de manera de subsanar las inequidades actuales.
El cáncer de mama HER2+ es uno de los más agresivos y está asociado a peor pronóstico. Sin embargo, también cuenta con un tratamiento específico, dirigido contra la proteína HER2, que resulta en una tasa de respuesta alta y una mejora en la sobrevida. Si bien el sistema de salud argentino lo provee, la realidad es que a veces no llega a administrarse en tiempo y forma.
“La medicina de precisión no trata solamente de generar medicamentos de alto costo diseñados para ciertos individuos, sino también de desarrollar políticas sanitarias que tengan en cuenta los determinantes de la salud, las circunstancias en las que viven las personas. Para eso, primero es necesario conocerlos de manera integral. En la actualidad hay una vacancia muy importante acerca los de nuestra población, y es algo que la ciencia argentina es la única que puede resolver”, señaló la doctora en bioquímica Andrea Llera, investigadora del CONICET en el Laboratorio de Terapia Molecular y Celular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y coordinadora general de la iniciativa.
“Los datos y resultados de este proyecto serán un insumo esencial para el sistema de salud argentino, el cual tendrá información concreta y sólida para planificar mejor las necesidades de diagnóstico molecular y el acceso al tratamiento dirigido en este subtipo de cáncer de mama y también para incluirla en el diseño de las políticas de prevención del cáncer de mama en general”, señaló por su parte la doctora en biología molecular Carina Argüelles, investigadora de la Universidad Católica de las Misiones (UCAMI), en Posadas, y coordinadora del nodo NEA de la REDICAM.
La iniciativa involucra también a investigadores del Centro de Estudio de Estado y Sociedad (CEDES) y la Unidad Genómica y Bioinformática del Instituto Anlis-Malbrán, en Buenos Aires; de la Fundación para el Progreso de la Medicina, en Córdoba; y del Instituto de Ecorregiones Andinas (INECOA) del CONICET, en San Salvador de Jujuy, más médicos y especialistas de los hospitales Arturo Oñativia de Salta y Madariaga de Misiones, a los que se sumarán otros centros de salud del noroeste argentino.
A diferencia de otras regiones del mundo, Latinoamérica se caracteriza por una población masivamente mestiza en donde convergen las características genéticas y socioculturales ancestrales de los pueblos originarios y de los migrantes. “Hoy se sabe que la variabilidad genética aportada por la ancestría tiene fuerte impacto en cuestiones de salud, en particular en conferir más o menos riesgo de desarrollar ciertas enfermedades. El cáncer es una de ellas. La heterogeneidad genética de nuestra región indicaría que no todas las soluciones aportadas por estudios en otros países son aplicables al nuestro”, añadió Llera, quien reconoció que existen otros determinantes que modulan los riesgos genéticos y que influyen en la aparición y la evolución de las patologías, como las circunstancias en que las personas nacen, crecen, trabajan, viven y envejecen.
“Asumiendo que en las regiones de nuestro país con más prevalencia de ancestría indoamericana existiría una mayor proporción relativa del subtipo HER2+, nuestra hipótesis es que ésta constituiría una población especialmente vulnerable, ya que tiene mayor probabilidad de encontrar barreras para su correcto tratamiento: tumores más agresivos, medicación específica más cara y que requiere de la determinación del marcador asociado HER2 en centros avanzados de patología, sumadas a las habituales dificultades de acceso a la salud que presenta esta población de la Argentina”, describieron los autores en la redacción del proyecto.
Como primer paso, la REDICAM llevará adelante un proyecto piloto, que surge de la experiencia previa de muchos de sus miembros en la Red Latinoamericana de Investigación en Cáncer (LACRN, por sus siglas en inglés). Durante dos años, se irá creando una cohorte de unas 900 pacientes que asisten a los hospitales mencionados, a las que se les aplicará un cuestionario para relevar estilos de vida, situación laboral, nivel socioeconómico y educativo, entre otros determinantes sociales de la salud, y se les tomará una muestra de sangre que se congelará hasta su procesamiento. También se tomará una muestra del tumor remanente del utilizado para el diagnóstico.
“De confirmarse la asociación entre la ancestría indoamericana y la mayor proporción relativa del subtipo HER2+, estaríamos ante un descubrimiento que modificaría la visión del cáncer de mama como de origen esporádico”, concluyó Argüelles. (Agencia CyTA-Leloir)