«Es necesario continuar promoviendo políticas públicas de investigación, desarrollo e innovación en materia científica», dijo la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, durante el acto de reactivación de la central nuclear Atucha II, en la localidad bonaerense de Lima.
«Reflexionemos sobre lo que es la investigación y el desarrollo en nuestro país, cuando desde algunos sectores nos dicen que se tiene que terminar con la política pública. No hay país desarrollado que no tenga políticas públicas en investigación, desarrollo e innovación«, agregó la funcionaria.
Royón participó del acto en Atucha II junto al presidente de NASA (Nucleoeléctrica Argentina S.A.), José Luis Antuñez, quien ponderó que el trabajo de reparación del reactor nuclear se realizó en solo diez meses, pese a que «algunos decían que iba a demandar cuatro años«. El ahorro que representa esa diferencia de tiempo, indicó, asciende a una suma que «fácilmente» supera los mil millones de dólares.
«Es importante el hecho de que la reparación se haya logrado en tan poco tiempo. Asimismo, no vinieron empresas de afuera a decirnos cómo resolverlo, ya que las tareas fueron realizadas con talento y pymes argentinas, con la colaboración de ingenieros y científicos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)», agregó Royón.
El inconveniente que determinó el parate de Atucha II fue una falla mecánica que consistió en el desprendimiento de uno de los cuatro soportes internos que se alojó en el fondo del tanque del reactor, lo cual no implicaba riesgos para la seguridad de las personas o el ambiente, pero motivó la detención del rector de manera preventiva para evitar incidentes mayores.
El reactor ofrece una potencia de 745 Mw (megavatios) y utiliza como combustible uranio natural y agua pesada como moderador y refrigerante como las otras dos centrales con que cuenta el país que son Embalse y Atucha I, y su salida en el primer semestre explicó una caída en la generación nuclear de 14,6 por ciento.